Revolución en la granja Vilanova

Con una mano, insemina a la cerda. Con la otra, apunta los datos en un ordenador de bolsillo. En una hora repite 30 veces la operación, "cuando antes me tiraba toda la mañana".

Agustí Vilanova vive su particular revolución en la granja. Sus 600 puercas, como todas las marranas reproductoras, se pasan la vida pariendo. Cada 114 días "o no son rentables".

Para mejorar la rentabilidad de su explotación, "una cuestión de supervivencia", en octubre de 2003 instaló Porcitec, la aplicación informática de Xavi Márquez. Inseminación, lactancia, fechas de nacimiento o de ecografía, número ...

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Con una mano, insemina a la cerda. Con la otra, apunta los datos en un ordenador de bolsillo. En una hora repite 30 veces la operación, "cuando antes me tiraba toda la mañana".

Agustí Vilanova vive su particular revolución en la granja. Sus 600 puercas, como todas las marranas reproductoras, se pasan la vida pariendo. Cada 114 días "o no son rentables".

Para mejorar la rentabilidad de su explotación, "una cuestión de supervivencia", en octubre de 2003 instaló Porcitec, la aplicación informática de Xavi Márquez. Inseminación, lactancia, fechas de nacimiento o de ecografía, número de jaula ... el ganadero, de 31 años, anota cualquier dato en su Pocket PC, "que hasta funciona si se cae en los purines".

La revolución también llega a la granja Vilanova en forma de chip. Quieren adelantarse a la obligación de la trazabilidad alimentaria que marca la Unión Europea.

De momento lo ha instalado a 20 cerdas. "Si funciona, lo implantaremos en todas. En los cerdos es más complejo que en vacas u ovejas. Del cochino se come todo y queremos evitar que nos ocurra como a un matadero cuyo cliente se encontró el chip en un chorizo".

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