El Ayuntamiento desmantela el poblado de Vereda de Ganapanes

El Ayuntamiento derribó ayer la primera de las 14 últimas infraviviendas del poblado de Vereda de Ganapanes, junto a la avenida de la Ilustración, en el que existían 281 chabolas con otras tantas familias censadas y que la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) terminará de desmantelar este mismo mes.

El objetivo de esta actuación es sustituir las infraviviendas por nuevos edificios, viarios y equipamientos, mientras que la EMV también se está ocupando del realojo de las familias que vivían en ellas y que pasarán a ocupar dos bloques construidos en la zona.

El alcalde, Alberto Ru...

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El Ayuntamiento derribó ayer la primera de las 14 últimas infraviviendas del poblado de Vereda de Ganapanes, junto a la avenida de la Ilustración, en el que existían 281 chabolas con otras tantas familias censadas y que la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) terminará de desmantelar este mismo mes.

El objetivo de esta actuación es sustituir las infraviviendas por nuevos edificios, viarios y equipamientos, mientras que la EMV también se está ocupando del realojo de las familias que vivían en ellas y que pasarán a ocupar dos bloques construidos en la zona.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, estuvo presente en el derribo acompañado por la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez; el concejal delegado de Vivienda, Sigfrido Herráez, así como por la presidenta del distrito de Fuencarral-El Pardo, Paloma García-Romero. Según el regidor, el desmantelamiento de las últimas casas de Vereda de Ganapanes supone el "punto de partida" para cumplir su compromiso de erradicar en esta legislatura los poblados chabolistas que permanecen en la capital, entre los que se encuentran los de La Quinta, Las Mimbreras, Cañaveral, Plata y Castañar y Pitis.

No obstante, algunos vecinos de Vereda de Ganapanes manifestaron durante el derribo sus reticencias a abandonar sus casas, en las que llevaban viviendo durante décadas, así como a trasladarse a los nuevos pisos. Una de las causas es que los vecinos calificaron el dinero que han recibido en las expropiaciones como "insuficiente" para pagar sus nuevos hogares, que les costarán entre 35.000 y 49.000 euros, cantidades que, según Ruiz-Gallardón, "se adapta a la capacidad económica de los destinatarios

".

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