Amnistía denuncia que Bush ha hecho el mundo más peligroso

Estados Unidos ha convertido el mundo en un lugar mucho más peligroso. La organización Amnistía Internacional lo aseguró ayer al presentar su informe anual sobre derechos humanos en el mundo. "Violar los derechos en el propio país, cerrar los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y utilizar la fuerza militar preventiva donde y cuando se le antoja ha causado daños a la justicia y a la libertad, y ha convertido el mundo en un lugar más peligroso", aseguró ayer Amnistía.

La prestigiosa organización, que cada año presenta en diversas capitales el análisis de la situación de los...

Estados Unidos ha convertido el mundo en un lugar mucho más peligroso. La organización Amnistía Internacional lo aseguró ayer al presentar su informe anual sobre derechos humanos en el mundo. "Violar los derechos en el propio país, cerrar los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y utilizar la fuerza militar preventiva donde y cuando se le antoja ha causado daños a la justicia y a la libertad, y ha convertido el mundo en un lugar más peligroso", aseguró ayer Amnistía.

La prestigiosa organización, que cada año presenta en diversas capitales el análisis de la situación de los derechos humanos en 157 países, aseguró que esto es el resultado de las acciones realizadas por Washington en nombre de la "guerra contra el terrorismo". En el plano concreto, Amnistía acusa al Gobierno de George W. Bush de ejecuciones extrajudiciales de civiles iraquíes, detenciones arbitrarias y maltrato a prisioneros en Irak, en Guantánamo y en Afganistán.

Estados Unidos también ha rechazado dotar del estatuto de prisioneros de guerra -que les permite acogerse a los derechos de la Convención de Ginebra- a los 600 presos de Guantánamo. Las torturas de iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib son, en palabras de Amnistía, "una consecuencia lógica de la política de Estados Unidos desde los atentados del 11-S".

Ayer mismo, decenas de milicianos murieron en nuevos combates entre chiíes y tropas norteamericanas en la ciudad santa de Nayaf y en Ciudad Sáder, en Bagdad.