La Politécnica presenta un sistema para evitar choques entre barcos y cetáceos

El dispositivo WACS, de un biólogo francés, detecta los animales sin emitir señales acústicas

La tecnología marina dispone de un nuevo sistema para evitar las colisiones entre barcos y cetáceos, que casi siempre acaban con la muerte de éstos. El biólogo francés Michel André presentó ayer WACS (Whale Anti Colision System), fruto de un proyecto de investigación pionero en Europa que en los últimos meses ha contado con el respaldo de la Universidad Politécnica de Cataluña. En Vilanova i la Geltrú (Garraf) se ha desarrollado este sistema que detecta cetáceos sin emitir ningún tipo de señal acústica bajo el mar.

El ruido que genera la actividad humana bajo el mar (sobre todo el trans...

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La tecnología marina dispone de un nuevo sistema para evitar las colisiones entre barcos y cetáceos, que casi siempre acaban con la muerte de éstos. El biólogo francés Michel André presentó ayer WACS (Whale Anti Colision System), fruto de un proyecto de investigación pionero en Europa que en los últimos meses ha contado con el respaldo de la Universidad Politécnica de Cataluña. En Vilanova i la Geltrú (Garraf) se ha desarrollado este sistema que detecta cetáceos sin emitir ningún tipo de señal acústica bajo el mar.

El ruido que genera la actividad humana bajo el mar (sobre todo el transporte marítimo, las exploraciones de gas o de petróleo, y las maniobras militares) perjudica a la capacidad de orientación de los cetáceos. Ésta es precisamente la cualidad más importante que necesitan estos animales para sobrevivir, especialmente cuando habitan en pequeños grupos en los que cada uno de los miembros tiene su papel específico, como sucede con los cachalotes. Cuando la desorientación es extrema a causa de un ruido marítimo excesivo, no es extraño ver cetáceos que llegan muertos a la playa tras haber chocado con un barco.

Evitar las colisiones con los buques e investigar más detalladamente la contaminación acústica bajo el mar son los objetivos que se ha propuesto el equipo de André. El biólogo asegura que hay datos que demuestran que "los cetáceos ya han empezado a perder capacidad auditiva".

El sistema WACS lleva años en desarrollo y, desde mediados del año pasado, lo ha venido haciendo en el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas, en Vilanova, ya que el biólogo francés es ahora profesor de la UPC. También se quiere "comprender mejor cuál es el nivel de tolerancia acústica del mar" y el de los cetáceos en particular, según André.

El sistema desarrollado consiste en una boya que esconde bajo el mar un juego de sensores acústicos que detectan a estos animales las 24 horas del día. La señal se emite al laboratorio, donde los ordenadores pueden saber en tiempo real dónde se localiza cada uno de los cetáceos que están en su campo de acción. Posteriormente, el laboratorio reenvía la señal a los barcos, para que puedan desviar ligeramente su rumbo si hay peligro de colisión.

El gran atractivo de este sistema, novedoso en Europa, es que detecta los cetáceos precisamente sin emitir señales acústicas que contribuyan a generar más ruido en el mar como hacen otros sistemas. Aunque el área de cobertura de estos sensores es muy variable, se calcula que a cinco kilómetros de distancia tan sólo hay un margen de error de 150 metros.

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Previsiblemente este verano se realizará una demostración del WACS en el litoral canario, donde hay una comunidad de unos 350 cachalotes y cada año mueren seis o siete. Pero tan sólo será una demostración. Luego, antes de comercializarse, vendrá una tarea no menos dura: concienciar a las administraciones y a la compañías navieras de que este tipo de sistemas son imprescindibles para la conservación del ecosistema marino.

André y la UPC anunciaron ayer que en junio se pondrá en marcha un servicio con el que todo el mundo podrá oír en directo por teléfono el ruido que haya bajo el mar en el momento de la llamada. Será posible gracias a unos sensores que se instalarán en una franja de 20 millas en el litoral catalán.

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