La protesta en El Ejido sólo congrega a 150 personas entre fuertes medidas de seguridad

Ningún partido político acude a la convocatoria contra las supuestas agresiones a inmigrantes

Mucha seguridad para tan poca gente. Unas 150 personas acudieron ayer a la concentración convocada por la Unión de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de Andalucía (USTEA), el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), la Asociación Pro Derechos Humanos en El Ejido (Almería) y la organización de marroquíes Ouafa 2000 para exigir a las autoridades que investiguen las presuntas agresiones a inmigrantes por parte de agentes de la Policía Local. La protesta se desarrolló bajo un fuerte dispositivo policial, formado por un helicóptero, tres furgonetas y un coche del Cuerpo Nacional de Policía.
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Mucha seguridad para tan poca gente. Unas 150 personas acudieron ayer a la concentración convocada por la Unión de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de Andalucía (USTEA), el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), la Asociación Pro Derechos Humanos en El Ejido (Almería) y la organización de marroquíes Ouafa 2000 para exigir a las autoridades que investiguen las presuntas agresiones a inmigrantes por parte de agentes de la Policía Local. La protesta se desarrolló bajo un fuerte dispositivo policial, formado por un helicóptero, tres furgonetas y un coche del Cuerpo Nacional de Policía.

El acto reivindicativo, al que no acudió ningún representante nacional, autonómico, provincial o local del Partido Popular, PSOE o Izquierda Unida, se celebró bajo el lema "Por la paz, la justicia y la convivencia social". La convocatoria se celebró en plena polémica por la iniciativa del Ayuntamiento de El Ejido de pedir el indulto para dos agricultores condenados por apalear a tres inmigrantes marroquíes. Los organizadores convocaron a los manifestantes en un solar a las afueras del pueblo, en el recinto ferial del municipio, después de que se les denegara la posibilidad de realizar la concentración en una plaza del centro de El Ejido.

La mayoría de los asistentes eran marroquíes, aunque también se manifestaron algunos subsaharianos. Entre ellos, uno de los inmigrantes presuntamente agredidos, Abdelwahid Orlad, que relató los malos tratos recibidos por un agente apodado Sharon en el bar que regenta en la calle del Tubo. También acudieron representantes de organizaciones de subsaharianos, pero los manifestantes residentes en El Ejido se podían contar con los dedos de las manos.

"Vivir dignamente"

Uno de esos pocos fue un agricultor que aseguró que "todo el mundo puede vivir dignamente en el pueblo". Este vecino declaró que "hay mucha gente que quiere comer sin trabajar" y, tras asegurar que a sus 60 años ya no temía la muerte, expresó emocionado su agradecimiento a los empleados inmigrantes que quisieron trabajar en su explotación.

El primero en tomar la palabra fue el portavoz de USTEA, Mariano Junco, quien, tras mostrar la solidaridad de su organización con los inmigrantes agredidos, subrayó la importancia del acto a pesar del lugar apartado en el que se celebró y la escasa asistencia de público. "Aunque no haya mucha gente, esta concentración es importante porque el silencio no es positivo. El paso es hablar", dijo Junco, que recordó que era la primera vez en mucho tiempo que conseguía expresarse en El Ejido. Este portavoz reclamó "un pronunciamiento público del Ayuntamiento para explicar por qué no investiga a algunos de los agentes de la Policía Local acusados de agredir a inmigrantes" y exigió a la delegación del Gobierno y a la Junta que acaben con "la violencia racista fomentada por el municipio".

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Diego Cañamero, secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), hizo una llamada "al sentimiento y el corazón de los vecinos de El Ejido". "Que este municipio tenga la renta per capita más alta de toda Andalucía no sería posible sin los inmigrantes", afirmó.

El sindicalista recordó los tiempos en los que fueron los andaluces los que tuvieron que emigrar. "¿Qué hubieran dicho si se les hubiera tratado como se trata a los extranjeros aquí?", se preguntó. Cañamero justificó que los agredidos no hayan presentado denuncia. "No lo hacen porque temen la expulsión. Pero es que si denuncian y hay condena, después viene el Ayuntamiento y pide el indulto", dijo refiriéndose a la solicitud de perdón para los dos empresarios que secuestraron y apalearon a tres inmigrantes, apoyada por unanimidad en el Consistorio.

Pero las palabras más aplaudidas fueron las del alcalde de Marinaleda (Sevilla) y dirigente del SOC, José Manuel Sánchez Gordillo. Tras recordar que el trabajo y la vivienda digna son derechos humanos reconocidos por la ONU desde 1948, Gordillo reclamó la construcción de 15.000 viviendas públicas en Almería para los inmigrantes y sus familias. El representante del SOC calificó de "fascista" al alcalde de El Ejido, Juan Enciso, "por apoyar a los verdugos y despreciar a las víctimas" y lo mismo dijo del "silencio del PP". Gordillo concluyó llamando a la unidad contra el racismo "a todos los que tengan sentido común".

"Espacios de impunidad"

El portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Francisco Majuelos, aseguró por su parte que la concentración de ayer nacía "de una firme voluntad de vivir en paz". "No podemos permitir que en pleno siglo XXI existan todavía espacios de impunidad", añadió Majuelos.

El presidente de la asociación de marroquíes Ouafa 2000, Mohamed Buterfas, llamó a los asistentes a la unidad para denunciar con más fuerza las agresiones supuestamente cometidas por miembros de la Policía Local de El Ejido contra inmigrantes. Buterfas anunció una manifestación para la próxima semana en caso de que los sucesos se repitan. El acto concluyó con un mensaje al alcalde de El Ejido. "Enciso, escucha, inmigrantes en lucha", gritaron los asistentes.

Un grupo de personas que protestó ayer en El Ejido contra las agresiones a inmigrantes.FRANCISCO BONILLA

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