FÓRUM DE BARCELONA | Debates

Los participantes en 'El valor de la palabra' piden un compromiso contra la guerra

La rusa Anna Politkovskaya recrimina a Occidente que "aplauda a un asesino como Putin"

En situaciones de guerra, los escritores tienen un compromiso con la verdad que supone una enorme responsabilidad ante la sociedad. Ésta fue una de las conclusiones del debate Literatura y guerra, último del diálogo El valor de la palabra. "La primera víctima de un conflicto armado es la verdad" fue el punto de partida. Los autores presentes, periodistas, escritores y poetas alertaron del peligro que supone para las democracias prácticas no contar todo lo que se sabe, callar o autocensurarse. La periodista rusa Anna Politkovskaya relató el infierno de Chechenia.

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En situaciones de guerra, los escritores tienen un compromiso con la verdad que supone una enorme responsabilidad ante la sociedad. Ésta fue una de las conclusiones del debate Literatura y guerra, último del diálogo El valor de la palabra. "La primera víctima de un conflicto armado es la verdad" fue el punto de partida. Los autores presentes, periodistas, escritores y poetas alertaron del peligro que supone para las democracias prácticas no contar todo lo que se sabe, callar o autocensurarse. La periodista rusa Anna Politkovskaya relató el infierno de Chechenia.

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Politkovskaya, que acaba de publicar en España La deshonra rusa (RBA), recriminó a Occidente "que aplauda y ponga una alfombra roja a un asesino", en referencia al presidente Vladimir Putin.

La dureza de Politkovskaya conmocionó a los 200 asistentes al debate, que aplaudieron largamente su intervención. La periodista, que denunciaba reiteradamente la política de Putin en Chechenia desde las páginas de Novaya

gazeta, uno de los medios independientes que sobreviven en Rusia, recordó que "la guerra lleva cinco años de horror". Señaló que el conflicto "se ha convertido en una herramienta del sistema para atornillar a la sociedad", que vive bajo un régimen que calificó de "neosoviético". "La gente vuelve a intercambiar información en las cocinas de las casas, como en la época soviética, cuando se huía de la propaganda".

"Los que intentamos trabajar de forma libre estamos viviendo terrorismo político", aseguró y explicó que dos periodistas "gracias a los que el mundo ha conocido la situación de Chechenia" han sido asesinados. "En Chechenia el precio de la palabra es la muerte", prosiguió y se mostró pesimista al afirmar que Putin "ha conseguido que reine la autocensura". "Sembró semillas de autocensura y han brotado", dijo, tras explicar casos como el de cinco niños asesinados en Chechenia o de "torturas horrorosas" en cárceles, de los que "ningún medio ha dicho una palabra".

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Sentada, con la espalda completamente erguida, sin prácticamente pestañear, ni dejar de mirar fijamente al auditorio, Politkovskaya finalizó reiterando sus críticas sobre la actitud de "Occidente" ante la política del presidente Putin. "Me preocupa porque aplaude y le pone una alfombra roja a un asesino que tiene las manos ensangrentadas", dijo y añadió: "La gente que no se pronuncia es cómplice de lo que sucede".

En el debate de ayer intervinieron también profesionales de otros países en los que la libertad de expresión está seriamente amenazada o en los que, simplemente, no existe. El poeta afgano Waheed Warasa desmenuzó la influencia directa que las guerras tienen sobre las letras. "Aparecen nuevos temas que dan lugar a géneros distintos y el mensaje se vuelve mucho más directo" y enumeró los cambios que se han producido en Afganistán como consecuencia de la guerra: "Ha aparecido una literatura más política, de resistencia, de los exiliados y desde las cárceles".

El testimonio del poeta sirio Faraj Bayrakdar es precisamente el de un autor encarcelado. Bayrakdar pasó 15 años en prisiones de Damasco y relató cómo durante seis años nadie se hizo eco de su situación. "Cuando lo hicieron miembros de Periodistas sin Fronteras, ellos mismos fueron encarcelados", explicó. Recordó que en Siria todavía hay 800 presos políticos.

El presidente del Comité de Escritores Encarcelados del PENb, Eugene Schoulgin actuó de moderador del debate y coincidió con los ponentes en la "responsabilidad" que tienen los escritores ante las situaciones de guerra. En el mismo sentido se manifestó la periodista norteamericana Frances Fitzgerald. Premio Pulitzer en 1972 y vicepresidenta del PEN Internacional, criticó a los periodistas que no desvelan todo lo que saben. "Al no contar todo se interumpe el pacto que tienen con los lectores", dijo. También hubo denuncias contra el silencio. "También es una forma de ceder ante la violencia", afirmó el escritor anglo-sudanés Jamal Mahjoub.

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