'Gurs. Una tragedia europea', de Semprún, se estrena en Sevilla
"Es multilingüe, preeuropea y antifascista", dice el autor sobre su primer texto dramático
Jorge Semprún estrenará hoy, en el teatro Central de Sevilla, Gurs. Una tragedia europea, su primer texto dramático. El montaje es una coproducción del Centro Andaluz de Teatro (CAT), el Théâtre Nacional de Nice (Francia) y el Théâtre de Capucins (Luxemburgo). "Es una obra multilingüe, preeuropea y antifascista", dijo ayer Semprún por teléfono, ya que el escritor y ex ministro de Cultura no pudo viajar a Sevilla por problemas de salud de su esposa.
"Fue un encargo muy positivo, que acepté de inmediato, sobre la historia de los refugiados y los desplazamientos en Europa. Lo ubiqué...
Jorge Semprún estrenará hoy, en el teatro Central de Sevilla, Gurs. Una tragedia europea, su primer texto dramático. El montaje es una coproducción del Centro Andaluz de Teatro (CAT), el Théâtre Nacional de Nice (Francia) y el Théâtre de Capucins (Luxemburgo). "Es una obra multilingüe, preeuropea y antifascista", dijo ayer Semprún por teléfono, ya que el escritor y ex ministro de Cultura no pudo viajar a Sevilla por problemas de salud de su esposa.
"Fue un encargo muy positivo, que acepté de inmediato, sobre la historia de los refugiados y los desplazamientos en Europa. Lo ubiqué en Gurs, el mayor campo de concentración del sur de Francia -reunió a 18.500 personas- y en el que, entre 1939 y 1944, coincidieron republicanos españoles y combatientes alemanes de las Brigadas Internacionales. Más tarde fueron llegando judíos franceses y españoles. Gurs se convirtió en la antesala de las cámaras de gas de Auschwitz", comentó ayer el escritor, quien firma su primer texto dramático a los 80 años.
La única experiencia anterior de Semprún con el teatro fue otro encargo del Centro Andaluz de Teatro (CAT): la versión de Troyanas, de Séneca, que dirigió Daniel Benoin. El
estreno de Gurs fue el pasado 30 de abril en Eslovenia, en la apertura del Festival Internacional de Nova Gorica. La obra, que está dirigida por Daniel Benoin, Cécile Mathieu y Paul Charieras, podrá verse en el teatro Central de Sevilla desde hoy y hasta el próximo domingo. En el escenario casi desnudo, apenas unos camastros y unas pobres cortinas, las palabras de Semprún sonarán en español, francés y alemán en boca de seis actores, y la traducción aparecerá en los sobretítulos.
La producción, que forma parte del Proyecto 2000 de la Comisión Europea puesto en marcha por la Convención Teatral Europea, podrá verse el próximo otoño en Francia y en Luxemburgo. "Hay peticiones para que se lleve a Barcelona, Madrid y París, y a varias ciudades de Alemania; pero aún no se ha cerrado nada", comentó Emilio Hernández, director del CAT, en la presentación de la obra, su último acto al frente del centro andaluz, que ha dirigido durante siete años. José Manuel Seda e Ignacio Andreu, ambos del CAT, han participado en el proyecto junto al luxemburgués Germain Wagner y la francesa Sophie Duez. En el reparto figuran también Patrick Hastert y Anne Rebolleda. El presupuesto de Gurs, financiado a partes iguales por los tres teatros, ha sido de unos 108.000 euros.
"El día del estreno era la víspera de la ampliación de la Unión Europea con la que Europa se reunifica para volver a ser como era antes del telón de acero. Tenemos que recordar de dónde venimos, de una historia trágica de persecuciones. Tenemos que reivindicar un pasado lóbrego y glorioso para pensar en la Europa del mañana", dijo el escritor, quien ha partido de su propia experiencia en el campo de concentración de Buchenwald, al que fue enviado por la Gestapo en 1943 tras su participación en la resistencia francesa.
"Vengo de una familia que luchó en la resistencia en el norte de Francia y me han enseñado que hay que perdonar, pero no hay que olvidar, como dice Semprún en su texto", afirmó ayer la actriz Sophie Duez.
"El teatro nos servirá para dar a conocer una nueva imagen de Europa a base de diálogo, consenso y democracia", añadió la consejera de Cultura andaluza, Rosa Torres. "Las 36 instituciones teatrales de 20 países que están trabajando juntas desde que se creó la Convención Teatral Europea en 1988 se han anticipado a la Europa de los 25. La realidad va por delante de los políticos", concluyó Emilio Hernández.