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El edificio Fórum acoge un videomontaje de la artista británica Hannah Collins sobre La Mina

Hanna Collins tiene un plan: retratar la condición humana en su cotidianeidad, y abrir puertas entre unos y otros. Esta fotógrafa británica afincada en Barcelona, que basa su trabajo en enlazar los rasgos comunes de la cultura universal, habló un día con una gitana en la calle de Bailén. Y decidió seguirla para entender por qué "había tan poco conocimiento mutuo o contacto real" entre esa gitana y la gente del Eixample. Así vio por primera vez el barrio de La Mina, que decidió retratar con movimiento, sonido y color. El resultado final es La Mina, a 500 metros del Fórum, un videomontaje...

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Hanna Collins tiene un plan: retratar la condición humana en su cotidianeidad, y abrir puertas entre unos y otros. Esta fotógrafa británica afincada en Barcelona, que basa su trabajo en enlazar los rasgos comunes de la cultura universal, habló un día con una gitana en la calle de Bailén. Y decidió seguirla para entender por qué "había tan poco conocimiento mutuo o contacto real" entre esa gitana y la gente del Eixample. Así vio por primera vez el barrio de La Mina, que decidió retratar con movimiento, sonido y color. El resultado final es La Mina, a 500 metros del Fórum, un videomontaje realizado conjuntamente con la Asociación Gitana del barrio, que se presentó el pasado lunes en el Edificio Fórum. La exposición consta de cinco pantallas de gran formato en las que se proyectan tres historias diferentes aunque relacionadas entre sí y que se desarrollan linealmente a lo largo de tres días.

La visión del montaje, salpicado de quejíos flamencos, es emocionante: las confidencias y dudas de una novia en el momento de su matrimonio; los relatos del tío Emilio, patriarca del barrio y extra cinemátográfico que se puso en la piel de gánsteres o trabajó en spaghetti westerns; o la decisión de Nenin de volver a tocar la trompeta para las suyas tras sus 10 años de duelo por la muerte del padre, su maestro en el instrumento, son algunas de las pequeñas historias que, a trazos, dibuja el proyecto.

Rodado en 35 milímetros y casi totalmente en exteriores, Collins retrata con su trabajo la vida de la gente de barrio mientras charla de la muerte, la música o los problemas familiares. Entre sentimientos de permanencia y el desarraigo a una identidad común, los vecinos son los protagonistas absolutos. "Hannah tiene amigos dentro de La Mina, pero el trabajo fue complicado, porque muchos en el barrio están hartos de alimentar estereotipos negativos", explicó Manuel Fernández, miembro de la Asociación Gitana, que organiza además otros eventos en el Fórum, como una semana de música étnica y un taller de luthiers.

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