Cartas al director

A-92

Los usuarios habituales de la A-92, especialmente en su tramo Granada-Guadix, llevamos meses esperando que se nivelen los escalones producidos por el parcheo continuado. En lugar de solucionarse el problema, cada día aparecen más y más pronunciados; especialmente el de la bajada de Víznar es una invitación permanente al desastre.

Ante tan peligrosa y prolongada situación, no queremos imaginar que se vayan a financiar las obras con la venta de neumáticos. Tampoco parece razonable que nadie pretenda destrozar las ya maltrechas columnas de los conductores habituales. Cabe, pues, pensar que...

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Los usuarios habituales de la A-92, especialmente en su tramo Granada-Guadix, llevamos meses esperando que se nivelen los escalones producidos por el parcheo continuado. En lugar de solucionarse el problema, cada día aparecen más y más pronunciados; especialmente el de la bajada de Víznar es una invitación permanente al desastre.

Ante tan peligrosa y prolongada situación, no queremos imaginar que se vayan a financiar las obras con la venta de neumáticos. Tampoco parece razonable que nadie pretenda destrozar las ya maltrechas columnas de los conductores habituales. Cabe, pues, pensar que se trata de un caso de simple incompetencia e imprudencia temeraria.

Esperemos que este problema se solucione antes de que se saturen los servicios de rehabilitación de los hospitales o, lo que sería aún peor, se sigan alimentando las cifras de siniestralidad mortal en carretera.

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