Crónica:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de España de fórmula 1

"Excelente... si no fuera por Ferrari"

Los Renault de Trulli y Alonso acaban tercero y cuarto, por detrás de los bólidos rojos de Schumacher y Barrichello

A la vista de cómo había quedado la parrilla de salida del Gran Premio de España de fórmula 1, un veterano mecánico de la escudería Renault se mostraba el sábado ilusionado con el regreso de Juan Pablo Montoya a la primera línea y con el progreso de su propia marca y de Honda. "Todo es excelente. Sería un Mundial muy interesante... si no fuera por Ferrari", expresó recuperando un tono de cierta frustración por la realidad que le está tocando vivir.

La misma conclusión circula por la cabeza de la mayoría de los dirigentes del circo, que, sin embargo, están atados con un cordón umb...

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A la vista de cómo había quedado la parrilla de salida del Gran Premio de España de fórmula 1, un veterano mecánico de la escudería Renault se mostraba el sábado ilusionado con el regreso de Juan Pablo Montoya a la primera línea y con el progreso de su propia marca y de Honda. "Todo es excelente. Sería un Mundial muy interesante... si no fuera por Ferrari", expresó recuperando un tono de cierta frustración por la realidad que le está tocando vivir.

La misma conclusión circula por la cabeza de la mayoría de los dirigentes del circo, que, sin embargo, están atados con un cordón umbilical a la marca que pone en cuestión el interés de las carreras. Sin Ferrari, el Mundial no se entendería. Se perdería un elemento fundamental, una pieza clave, la única marca que se mantiene fiel a la cita de cada año desde que se creó la F-1 en 1950. El referente tanto si gana como si pierde, tal como le ocurrió durante 20 años, entre el título de Jody Scheckter en 1979 y el de Michael Schumacher en 2000.

El asturiano rebajó 14 segundos a Trulli y entró en la meta a seis décimas del italiano
La escudería de Maranello ha ganado las cinco carreras y logrado tres dobletes
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El dominio de los bólidos rojos de Maranello, sin embargo, es ahora tan brutal que asusta. No es ya sólo cuestión de que Schumacher haya ganado, con la de ayer en el circuito de Montmeló, las cinco carreras que se llevan disputadas, sino también que en tres ocasiones ha logrado el doblete, secundado por el brasileño Rubens Barrichello. Hay poco margen, muy poco, para la sorpresa, y eso acompleja y desanima a los rivales.

Schumacher corrió ayer en el Gran Premio de España su 200ª carrera de F-1, sumó su 75ª victoria y el sábado había avanzado otro peldaño en su duelo con el malogrado brasileño Ayrton Senna para alcanzarle en la clasificación de pole positions. El alemán lleva 59, sólo seis menos que Senna. Un dominio que intimida, que se hace inalcanzable para cualquier otro piloto, que sitúa al alemán en un pedestal a sus 35 años.

Sin embargo, ayer se vivió en el circuito catalán una imagen que comienza a ser atípica. En la salida de la carrera, el francés Jarno Trulli puso en evidencia que Renault posee el mejor mecanismo de arranque y se coló por el centro de la pista entre Montoya y Schumacher. Salió líder en la primera curva, con el alemán detrás, y se mantuvo en el liderato hasta la novena vuelta, cuando fue uno de los primeros en entrar en boxes para repostar y cambiar de neumáticos.

Fue allí donde perdió el liderato, que pasó a las manos de Barrichello hasta que éste entró en talleres y lo cedió definitivamente a Schumacher. Eso ocurrió en la 17ª vuelta. Entonces, la carrera quedó prácticamente decidida a pesar de que el germano confesó que había tenido un problema con el tubo de escape. "Brawn me dijo que aguantaría y lo hizo. Pero yo tuve que ser algo más conservador", comentó Schumacher.

Valió lo que había dicho Fernando Alonso: "Si no hay errores, no habrá adelantamientos; por tanto, una buena salida será fundamental". Trulli la realizó y subió al podio. Alonso remontó dos coches en su furibundo ataque inicial y luego recuperó posiciones por el abandono de Montoya -se le incendió el coche en boxes- y por un mal avituallamiento de Sato (Honda), que regresó por detrás del español. Donde realmente demostró de nuevo su calidad fue en el duelo que mantuvo con Trulli en la parte final de la carrera. Le rebajó 14 segundos de ventaja y entró a seis décimas.

La de los dos Renault fue una carrera excepcional, como la del japonés Takuma Sato, que les siguió en la clasificación. Trulli subió al podio por tercera vez en su vida. Alonso acabó cuarto. Fantástico... a no ser por los dos Ferrari.

Trulli, por delante de Schumacher, Sato, Montoya, Barrichello y Alonso tras la salida.EFE

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