El Papa viajará a Berna para reunirse con 16.000 jóvenes

Juan Pablo II volverá a viajar. El 5 de junio, justamente cuando se cumplirán nueve meses de una visita a Eslovaquia en la que estuvo a punto de desfallecer, se desplazará a Berna (Suiza) para asistir a un encuentro de jóvenes católicos. El calendario de actividades será ligero, con sólo dos apariciones públicas y el retorno al Vaticano al día siguiente. Pero el viaje, que se daba por seguro desde hacía semanas y fue confirmado ayer de forma oficial, servirá para subrayar la relativa estabilización de la salud del Papa y su deseo de seguir con su misión evangelizadora mientras le queden fuerza...

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Juan Pablo II volverá a viajar. El 5 de junio, justamente cuando se cumplirán nueve meses de una visita a Eslovaquia en la que estuvo a punto de desfallecer, se desplazará a Berna (Suiza) para asistir a un encuentro de jóvenes católicos. El calendario de actividades será ligero, con sólo dos apariciones públicas y el retorno al Vaticano al día siguiente. Pero el viaje, que se daba por seguro desde hacía semanas y fue confirmado ayer de forma oficial, servirá para subrayar la relativa estabilización de la salud del Papa y su deseo de seguir con su misión evangelizadora mientras le queden fuerzas.

La Iglesia católica suiza recibió la confirmación con alborozo. Fuentes vaticanas dijeron que el 5 de junio el Papa participará en un acto con unos 16.000 muchachos, y que el 6 celebrará una misa ante más de 50.000 personas, entre las que figurará una delegación de la Iglesia Reformada Evangélica, protestante y mayoritaria en Berna.

El propio Juan Pablo II anunció personalmente, también ayer y a través de un comunicado, que sus movimientos estivales no se limitarían a la cita de Berna, y que el 5 de septiembre acudiría al santuario italiano de la Virgen de Loreto (Ancona), para clausurar el peregrinaje de Acción Católica.

El Vaticano no ha confirmado aún otras giras papales internacionales previstas en 2004, las relativas a Francia, Austria, Polonia y México. Este último desplazamiento plantea más dificultades, ya que la diferencia horaria y la lejanía afectarían al tratamiento farmacológico del Pontífice.

Parkinson y artrosis

El Papa, que el 18 de mayo cumplirá 84 años, sufre un Parkinson avanzado, artrosis y, además, problemas abdominales como consecuencia del disparo sufrido en el atentado de 1981. No puede ponerse en pie, por lo que utiliza en los actos públicos una silla móvil y regulable en altura construida especialmente para él. Se desplaza en la silla o, si el recorrido es largo, en una peana. Para embarcar en un avión necesita la ayuda de un pequeño ascensor.

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