Desmantelada una red que traía mujeres rumanas para prostituirlas en clubes de alterne

Las declaraciones de unas inmigrantes rumanas que eran obligadas a prostituirse en un local de alterne de Pedrezuela han permitido a la policía desarticular una banda dedicada a traer mujeres procedentes de Rumania bajo la falsa promesa de que iban a trabajar en hostelería o labores agrícolas. Los investigadores han detenido a 38 personas, ocho de las cuales eran los integrantes de la red, según informó ayer la Dirección General de la Policía.

Las declaraciones de las mujeres permitieron comprobar que la organización disponía de dos pisos en El Molar y Pedrezuela donde eran ocultadas la...

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Las declaraciones de unas inmigrantes rumanas que eran obligadas a prostituirse en un local de alterne de Pedrezuela han permitido a la policía desarticular una banda dedicada a traer mujeres procedentes de Rumania bajo la falsa promesa de que iban a trabajar en hostelería o labores agrícolas. Los investigadores han detenido a 38 personas, ocho de las cuales eran los integrantes de la red, según informó ayer la Dirección General de la Policía.

Las declaraciones de las mujeres permitieron comprobar que la organización disponía de dos pisos en El Molar y Pedrezuela donde eran ocultadas las mujeres. Ambos domicilios estaban muy cerca del club El Mirador, sito en el kilómetro 44,500 de la autovía de Burgos (A-1), donde las obligaban a prostituirse. De hecho, el propio local de alterne disponía de una zona en la parte posterior donde vivían parte de las mujeres. A determinadas horas de la tarde, las inmigrantes salían de esta zona acompañadas por una controladora para comenzar a trabajar en el club.

Los investigadores descubrieron que la red, como es habitual en estas organizaciones delictivas, captaba a mujeres rumanas, bajo la promesa de un trabajo convencional y digno con unas expectativas ventajosas en España. Después, y en contra de su voluntad, eran amenazadas, coaccionadas y sometidas a un férreo control y vigilancia. Los integrantes de la banda no dudaban en emplear la violencia física o en agredirlas sexualmente, además de intimidarlas para no denunciar su situación irregular.

Fuertes palizas

Los abusos del principal responsable de la organización, Ionel Narcis F., nacido en Pitesti (Rumania), de 26 años, eran los más duros, según la policía. Prohibía a las mujeres salir de los pisos de la banda, les daba fuertes palizas, les retenía la documentación y les impedía contactar con sus familiares en Rumania, además de agredirlas sexualmente. Su compañera, Elena M., de 38 años, tenía encomendada la vigilancia de las mujeres. Éstas no recibían ninguna cantidad del dinero que conseguían al prostituirse. El grupo se quedaba con todo el dinero.

Entre los detenidos se encuentran el dueño del local de alterne, Alejandro R. Á., y otros cinco inmigrantes rumanos integrantes de la banda, con edades comprendidas entre los 19 y los 33 años, según informó la policía.

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Las mujeres que han sido arrestadas, de entre 18 y 41 años, también son de nacionalidad colombiana, dominicana, nigeriana y brasileña. La policía ha registrado los dos pisos de la organización y el local, donde ha decomisado unos 30.000 euros, armas simuladas y objetos contundentes, además de gran cantidad de documentación, pasaportes y otros documentos pertenecientes a las mujeres explotadas, además de teléfonos móviles, llaves y tarjetas de visita de diversos clubes de alterne.

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