Una consultora ya indicó a la Generalitat en 1997 que el proyecto de Benidorm era inviable

El estudio de mercado se inclinaba por la opción de crear un "parque de atracciones"

Los planes que los accionistas de Terra Mítica estudian para reflotar la sociedad -en la que la Generalitat participa con un 20%- han devuelto a primera línea de la actualidad un estudio de mercado previo que el Gobierno valenciano encargó en el año 1997 a la consultora internacional ERA, que ya alertó acerca de las dificultades de la iniciativa. Siete años después de la elaboración del informe, del que obviamente la Generalitat no hizo excesivo caso, su relectura revela la capacidad profética de los consultores, que ya alertaban del riesgo de optar por una instalación demasiado grande, un par...

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Los planes que los accionistas de Terra Mítica estudian para reflotar la sociedad -en la que la Generalitat participa con un 20%- han devuelto a primera línea de la actualidad un estudio de mercado previo que el Gobierno valenciano encargó en el año 1997 a la consultora internacional ERA, que ya alertó acerca de las dificultades de la iniciativa. Siete años después de la elaboración del informe, del que obviamente la Generalitat no hizo excesivo caso, su relectura revela la capacidad profética de los consultores, que ya alertaban del riesgo de optar por una instalación demasiado grande, un parque temático genérico que no cuadraba con la demanda existente en Benidorm y su área de influencia.

"Es imposible que un operador temático internacional se comprometa con Benidorm a menos que esté claro desde el principio que el sector público está dispuesto a adoptar el riesgo de la inversión", señalaba el informe, que basaba tan rotunda afirmación en que "el tamaño del mercado residente y la calidad del mercado turístico no alcanza los niveles necesarios para producir asistencias potenciales de aproximadamente dos millones de visitantes por año". El estudio de mercado señalaba que la alternativa del resort temático con imagen de marca era "una estrategia de alto riesgo".

"El potencial para lograr los niveles de asistencia necesaria para ser un proyecto comercialmente viable no existe en Benidorm en la actualidad", añadía el trabajo, que estimaba un nivel probable de asistencia de alrededor de un millón de visitantes para una situación cercana a Benidorm, suponiendo que se optara por un precio fijo de entrada de 3.000 pesetas. Y añadía una cautela premonitoria, referida al "poder" de los operadores turísticos y de las agencias de viajes que a la hora de organizar las actividades de sus clientes "es muy probable que reduzcan los ingresos de taquilla que realmente se puedan lograr en la entrada".

Por todo ello, el estudio de mercado de la consultora ERA señalaba que la opción de un simple "parque de atracciones" era "más atractiva para Benidorm", aunque añadía otra cautela de advertencia ante el "proyecto emblemático" que buscaba la iniciativa del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana: "El costo es inferior, los riesgos también y la implicación del sector público es por lo tanto probable que sea menos importante".

De todo ello hablarán sin duda hoy el actual presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y los presidentes de la CAM, Vicente Sala; de Bancaja, José Luis Olivas, y de Caixa Ontinyent, Rafael Soriano.

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