Condena de 45 años de cárcel para el Violador de Bellavista
La Audiencia de Sevilla ha impuesto 45 años de cárcel F. V. P., conocido como el Violador de Bellavista, por secuestrar y violar repetidamente a dos estudiantes de 17 años unos meses después de cumplir una condena de 14 años por el mismo delito.
Vicente Benítez, el abogado de una de las víctimas, dijo que la sentencia impone además al acusado el pago de sendas indemnizaciones de 150.000 y 60.000 euros a las dos muchachas.
La sentencia no recoge como atenuante el trastorno disocial de la personalidad del acusado, un soldador de 58 años. Por el contrario, establece que su pr...
La Audiencia de Sevilla ha impuesto 45 años de cárcel F. V. P., conocido como el Violador de Bellavista, por secuestrar y violar repetidamente a dos estudiantes de 17 años unos meses después de cumplir una condena de 14 años por el mismo delito.
Vicente Benítez, el abogado de una de las víctimas, dijo que la sentencia impone además al acusado el pago de sendas indemnizaciones de 150.000 y 60.000 euros a las dos muchachas.
La sentencia no recoge como atenuante el trastorno disocial de la personalidad del acusado, un soldador de 58 años. Por el contrario, establece que su práctica de dar regalos como un osito de peluche a sus víctimas refleja su "narcisismo y el desprecio que siente por las mujeres, simple sujeto de sus pasiones", lo que le proporciona "una situación de superioridad sobre las mismas".
Aunque el acusado se negó a declarar en el juicio, la sentencia recoge múltiples pruebas, como el resto de esperma hallado en la vagina de la segunda de las víctimas, que según las pruebas de ADN coinciden con los rasgos genéticos del procesado en una probabilidad de "240 billones contra una", informa Efe.
La pena de cárcel es inferior a los 69 años que pidió el fiscal en el juicio. En total, el veredicto le impone 34 años de cárcel por violaciones, seis por robos y cinco por detención ilegal.
El acusado agredió varias veces a las estudiantes, las secuestró durante unas horas, las amenazó y las robó. La última víctima V.A.M, consiguió avisar con mensajes de móvil a su madre y pudo ser localizada por sus amigos después de que el acusado la secuestrase en una pensión y la agrediese varias veces amenazándola "con arrancarle el corazón con un cúter".