Encarcelados el presidente y varios árbitros de la Liga portuguesa

La operación policial Pito Dorado acaba con 16 personas detenidas por sospechas de corrupción

Una gran operación policial, denominada Pito Dorado, llevó ayer a la cárcel al presidente de la Liga Portuguesa de Fútbol, Valentim Loureiro, y a otras 15 personas. Las detenciones, según el comunicado de la policía, se debieron a "la existencia de fuertes indicios de prácticas delictivas de falsificación documental, corrupción deportiva y tráfico de influencias". Las detenciones sorprendieron no por ser inesperadas, pero preocupa el momento, a menos de dos meses del comienzo de la Eurocopa que se celebrará en Portugal del 12 de junio y 4 de julio de este año.

Además de Loureiro, que es...

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Una gran operación policial, denominada Pito Dorado, llevó ayer a la cárcel al presidente de la Liga Portuguesa de Fútbol, Valentim Loureiro, y a otras 15 personas. Las detenciones, según el comunicado de la policía, se debieron a "la existencia de fuertes indicios de prácticas delictivas de falsificación documental, corrupción deportiva y tráfico de influencias". Las detenciones sorprendieron no por ser inesperadas, pero preocupa el momento, a menos de dos meses del comienzo de la Eurocopa que se celebrará en Portugal del 12 de junio y 4 de julio de este año.

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Además de Loureiro, que es también alcalde de Gondomar, ciudad en las afueras de Oporto, están detenidos el presidente y el vicepresidente del Consejo de Arbitraje de la Federación, Antonio Pinto de Sousa y Antonio Silva Marqués, respectivamente, varios árbitros, dirigentes del ayuntamiento de Gondomar y del club de fútbol de esta ciudad.

La policía ha informado que la operación tiene un ámbito nacional. Confirmó, además, que las investigaciones tienen una "incidencia especial en la zona Norte". "La extensa acción desencadenada es consecuencia de investigaciones iniciadas hace tiempo por la Policía Judicial para aclarar un cúmulo de sospechas sobre falsificación de resultados deportivos a través del arbitraje", añadió el comunicado policial. Cerca de 60 entidades deportivas, domicilios y alcaldías han sido investigadas.

Hasta ahora, la investigación se centró en el Gondomar Sport Club, el club de la ciudad que preside Valentim Loureiro. El numero dos de la alcaldía, José Oliveira, es también al directivo de la entidad. El hermano del entrenador del equipo, Luis Nunes, es miembro del Consejo Nacional de Arbitraje. Todos fueron detenidos ayer.

El Gondomar milita en la Segunda División, pero está a punto de subir a Primera. El partido decisivo será el próximo fin de semana, contra el Dragões Sandinenses, su gran rival. Las detenciones de ayer, en vísperas de este partido, parecen no ser una casualidad.

Las 16 detenciones de ayer, que incluyeron a altos dirigentes deportivos, hacen prever que las sospechas de corrupción llegan a otros niveles. Además, 23 agentes de la policía pasaron todo el día en la sede de la Federación portuguesa revisando documentos y ordenadores.

El propio presidente de la Federación Portuguesa, Gilberto Madaíl, afirmó ayer que se trata de una gran operación y que llega en la peor altura. Madaíl quiso recalcar que la organización arbitral portuguesa es independiente de la federación, pero no ocultó "la preocupación" por este asunto debido a la proximidad de la Eurocopa y porque hoy empieza en Chipre el congreso anual de la UEFA. Esta cita tiene como punto fuerte de su agenda los últimos detalles de la organización del campeonato europeo y la elección de un nuevo comité ejecutivo, de que Madail quiere formar parte. "No son buenas noticias", dijo, pero aseguró no estar sorprendido: "Basta leer cada domingo las noticias sobre la actuación de los árbitros".

Las polémicas alrededor del arbitraje portugués son constantes. Cada jornada, entrenadores y dirigentes se quejan en público de la actuación de los árbitros. Las acusaciones de sospechas se centran en el Boavista, el segundo club de Oporto, cuyo presidente es João Loureiro, hijo del presidente de la Liga. El escándalo más reciente ocurrió el sábado, cuando el Sporting de Lisboa perdió en el estadio del Boavista por 2-1. El árbitro expulsó a dos jugadores del Sporting en los diez últimos minutos y el Boavista logró marcar dos goles (m. 82 y 87). En febrero pasado, el entrenador del Alverca, José Couceiro, denunció la actuación del árbitro en su partido contra el Boavista, que ganó con dos goles en el tiempo añadido. Couceiro recibió entonces el apoyo de Dias da Cunha, presidente del Sporting, que denunció la existencia de "corrupción y dinero sucio en el fútbol portugués".

Hace dos años, la directora adjunta de la Policia Judicial, Maria José Morgado, denunció que el fútbol "es un mundo para lavar dineros sucios con promiscuidades políticas que no se sabe donde empiezan y donde terminan". Morgado destacó entonces que había relaciones peligrosas entre "alcaldías y clubes de fútbol". La investigadora provocó la ira de muchos dirigentes deportivos, entre ellos Valentim Loureiro y Gilberto Madaíl, que negaron la existencia del cualquier tipo tipo de corrupción en el fútbol portugués. Morgado acabó por dimitir de su cargo.

También los concejales socialistas en el ayuntamiento de Gondomar han denunciado varias veces las sospechosas subvenciones al Boavista y al Gondomar Sport Club decididas por Valentim Loureiro y las constantes visitas de árbitros a la sede de la alcaldía.

Valentim Loureiro y Antonio Pinto, presidentes de la Liga y de los árbitros portugueses, en una reunión.REUTERS

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