El sector del cómic pide que el género erótico se asimile igual que en la novela

"Picasso pintaba sátiros con erecciones y a nadie se le ocurría separar ese cuadro de los demás". El Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, Román Gubern, clausuró ayer las II Jornadas Universitarias del Cómic con una conferencia en la que pidió que el erotismo forme parte del cómic sin distinciones. "La novela erótica se han incorporado al resto de la literatura de forma normalizada. ¿Por qué no tirar tabiques también en el cómic?".

Repasó, con mucho humor y sin perder el toque didáctico, los primeros desnudos , el libertinaje de los superhéroes...

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"Picasso pintaba sátiros con erecciones y a nadie se le ocurría separar ese cuadro de los demás". El Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, Román Gubern, clausuró ayer las II Jornadas Universitarias del Cómic con una conferencia en la que pidió que el erotismo forme parte del cómic sin distinciones. "La novela erótica se han incorporado al resto de la literatura de forma normalizada. ¿Por qué no tirar tabiques también en el cómic?".

Repasó, con mucho humor y sin perder el toque didáctico, los primeros desnudos , el libertinaje de los superhéroes y las primeras manifestaciones de lesbianismo o sadismo. "En la cerámica griega se dibujaban orgías, que eran como un carrusel de la vida". Constituyen, según Gubern, un embrión del cómic erótico. La represión victoriana hizo que en los primeros cómics no hubiera sexo. "Eran personajes musculosos y hercúleos, pero sin vida sexual", explicó.

Cosechó carcajadas cuando repasó la relación entre Batman y Robin: "¿Qué hacen fuera de cuadro un hombre mayor y un jovencito?". Se cuestionó también el papel de las "novias eternas" de héroes como el Hombre Enmascarado o Flash Gordon. Citó a Jane (personaje de cómic inglés) y a Betty Boop, "que desapareció por ser demasiado provocativa" como la legitimación del desnudo en los años treinta.

La irrupción en Europa de Barbarella, una mujer que "disocia la sexualidad de la reproducción" y que refleja el hedonismo de los años 60, mereció especial atención. "Es lo que llamo heroínas libertinas, aunque también responden al fantasma masculino de la mujer libre", explicó. Gubern situó en esta época el lesbianismo "como voyeurismo masculino" y avanzada la década, en Italia, el cómic negro con héroes con afición por lo perverso, el sadismo y lo truculento.

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