Días de excepción
La ocupación de la calle de Génova en la tarde-noche del sábado 13 de marzo, fue el hito que culminó los tres días más trágicos y excepcionales vividos en la reciente historia de Madrid. Fue un evento que desbordó la simple ilegalidad vigente de manifestarse en una jornada de reflexión. Cada cual lo ha interpretado como le ha convenido.
Pero lo más verosímil fue que una espontánea convocatoria, a través de los modernos medios de telecomunicación, sacó a la calle a una muchedumbre que se sentía engañada por el Gobierno. Tuvo tintes prerrevolucionarios, fue muy bonito... Madrid es una ciu...
La ocupación de la calle de Génova en la tarde-noche del sábado 13 de marzo, fue el hito que culminó los tres días más trágicos y excepcionales vividos en la reciente historia de Madrid. Fue un evento que desbordó la simple ilegalidad vigente de manifestarse en una jornada de reflexión. Cada cual lo ha interpretado como le ha convenido.
Pero lo más verosímil fue que una espontánea convocatoria, a través de los modernos medios de telecomunicación, sacó a la calle a una muchedumbre que se sentía engañada por el Gobierno. Tuvo tintes prerrevolucionarios, fue muy bonito... Madrid es una ciudad viva.