Un respiro para el régimen iraní
La facilidad con que EE UU derrocó a Sadam Husein, el enemigo iraní más odiado, hizo temblar al régimen de los ayatolás, que temieron que el Pentágono intentara cualquier acción de castigo contra Irán por sus devaneos nucleares. Sin embargo, la inestabilidad que sucedió a la guerra dio a los ayatolás un respiro que les ha permitido asir el poder con más firmeza.
Pese a que Irán fue incluido junto con Irak y Corea del Norte en lo que George Bush denominó "el eje del mal", la influencia de Teherán en la zona ha crecido enormemente en este año y los ayatolás están dispuestos a jugar la car...
La facilidad con que EE UU derrocó a Sadam Husein, el enemigo iraní más odiado, hizo temblar al régimen de los ayatolás, que temieron que el Pentágono intentara cualquier acción de castigo contra Irán por sus devaneos nucleares. Sin embargo, la inestabilidad que sucedió a la guerra dio a los ayatolás un respiro que les ha permitido asir el poder con más firmeza.
Pese a que Irán fue incluido junto con Irak y Corea del Norte en lo que George Bush denominó "el eje del mal", la influencia de Teherán en la zona ha crecido enormemente en este año y los ayatolás están dispuestos a jugar la carta de la pacificación si Washington les abre la puerta y les apoya en la modernización de la economía.
Buena parte de los 70 millones de iraníes está en contra del régimen, pero el ejemplo de Irak y el resultado de la revolución contra el sha hacen que la población tenga pocas ganas de aventuras políticas y se limite a exigir una inmediata mejora del nivel de vida.