Tribuna:Impresiones de campaña | ELECCIONES 2004

Vamos a contar mentiras

A quienes dicen que no hay diferencias entre izquierda y derecha, les aseguraría que existen tales diferencias y una de ellas, y no la menos importante, consiste en que, mientras la derecha se siente en posesión de la verdad absoluta, la izquierda se muestra más flexible y considera que siempre es conveniente relativizar las verdades absolutas.

Buena prueba de esa afirmación es la columna de mi compañero de página, García-Margallo. Es cierto que al principio se puso melancólico, y afirmó que en las Cortes Constituyentes nadie se consideraba poseedor de una verdad absoluta. Pero, ¡qué po...

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A quienes dicen que no hay diferencias entre izquierda y derecha, les aseguraría que existen tales diferencias y una de ellas, y no la menos importante, consiste en que, mientras la derecha se siente en posesión de la verdad absoluta, la izquierda se muestra más flexible y considera que siempre es conveniente relativizar las verdades absolutas.

Buena prueba de esa afirmación es la columna de mi compañero de página, García-Margallo. Es cierto que al principio se puso melancólico, y afirmó que en las Cortes Constituyentes nadie se consideraba poseedor de una verdad absoluta. Pero, ¡qué poco le duraron la melancolía y los buenos principios! Pronto se puso a pontificar sobre la imposibilidad de que ganara la izquierda, y la superioridad de las recetas conservadoras. De nuevo, apareció la verdad absoluta.

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Pero muy débil debe ser esa verdad absoluta cuando tiene que fundarse en falsedades. Por ejemplo cuando se apunta en el haber del PP el incremento de autopistas, con el imperdonable olvido de que fueron en su mayor parte construidas por los socialistas; o cuando se olvida de que el PP ha subido la presión fiscal, o cuando afirma, falsamente, que al final del Gobierno socialista había menos empleados que al inicio. A este paso García-Margallo va a cometer más agresiones a la verdad que Zaplana, lo cual le puede acarrear serios perjuicios, pues es cosa bien sabida que el ministro no admite competencia en nada.

Y además, a este paso, voy a creer que no existen verdades absolutas, pero sí mentiras absolutas. Las del PP, por supuesto.

Luis Berenguer es eurodiputado del PSOE.

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