Aguirre rebaja su compromiso electoral a las operaciones de juanetes y cataratas

El programa del PP dice que "nadie deberá esperar más de 30 días" para entrar en el quirófano

Esperanza Aguirre rebaja día a día la promesa de reducir a 30 días la espera máxima para ser operado en la sanidad pública con la que ganó la presidencia del Gobierno regional en las últimas elecciones. El lunes excluyó de la promesa a los "extranjeros no residentes" y a los pacientes de otras comunidades autónomas. Ayer redujo aún más su compromiso: "Me comprometí a reducir en dos años la lista de espera a un mes para las operaciones sencillas y molestas, como las cataratas o los juanetes", declaró Aguirre, que añadió que su promesa no incluía las intervenciones de "mayor complejidad".
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Esperanza Aguirre rebaja día a día la promesa de reducir a 30 días la espera máxima para ser operado en la sanidad pública con la que ganó la presidencia del Gobierno regional en las últimas elecciones. El lunes excluyó de la promesa a los "extranjeros no residentes" y a los pacientes de otras comunidades autónomas. Ayer redujo aún más su compromiso: "Me comprometí a reducir en dos años la lista de espera a un mes para las operaciones sencillas y molestas, como las cataratas o los juanetes", declaró Aguirre, que añadió que su promesa no incluía las intervenciones de "mayor complejidad".

Más información

"El tema de las listas de espera quirúrgicas es muy preocupante. A mí me preocupa tanto que comprometo mi palabra en ello: tengo decidido que, si en dos años, algún madrileño tiene que esperar más de 30 días para ser operado, yo dimito de la presidencia del Gobierno. Fíjense lo segura que estoy de que no vamos a escatimar medios en este asunto", proclamó Aguirre el 9 de mayo del año pasado en un debate en Telemadrid con sus contrincantes Rafael Simancas, del PSOE, y Fausto Fernández, de IU.

Sin embargo, ayer declaró en Pontevedra: "Yo me comprometí a que las operaciones como las cataratas o los juanetes, por ejemplo, aquellas que no tienen complejidad pero que son muy molestas para los ciudadanos que las sufren..., en esas me comprometí a que yo iba a reducir la lista de espera en un mes. Y que si transcurridos dos años [que se cumplen en noviembre de 2005] un madrileño tenía que esperar más de un mes, entonces yo dimitiría. Eso es lo único que yo he dicho".

La presidenta, que participó en un acto electoral del PP acompañada de la ministra de Sanidad, Ana Pastor, añadió que en su promesa no estaban incluidas ni "las enfermedades complejas" ni las "patologías graves".

Es la primera vez que Aguirre se expresa en estos términos desde que ganó las elecciones en octubre. El programa electoral con el que concurrió a los comicios dice en su página 103: "Con carácter general, se asegurará que ningún paciente espere más de 30 días para que se le realice la operación quirúrgica prescrita por su médico". Términos muy parecidos usó Aguirre en el discurso de su investidura, el 19 de noviembre. Pero en los tres últimos días, y en plena campaña electoral para los comicios del día 14, Aguirre y el PP regional han reiterado las declaraciones aparentemente contradictorias con su programa electoral.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La primera fue el lunes, cuando Aguirre excluyó a los extranjeros y a los enfermos provenientes de otras comunidades, sobre todo los de Castilla-La Mancha, de la promesa de espera máxima de 30 días. La presidenta y el portavoz popular en la Asamblea, Antonio Beteta, fueron más allá y culparon a los "extranjeros no residentes" y a los castellano-manchegos de tener parte de culpa de las largas esperas en la sanidad pública.

Beteta acusó al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y al portavoz socialista en la Asamblea, Rafael Simancas, de querer "ahorrarse el tratamiento" de los enfermos de aquella comunidad.

"El plan de choque contra las listas de espera lo vamos a pagar los madrileños con nuestros impuestos y, obviamente [los beneficios de este plan], deben ir dirigidos a los madrileños", declaró Beteta, quien añadió que "si otras comunidades quieren estas ventajas, que lo paguen".

Esta propuesta obligaría, de facto, a crear dos listas de espera paralelas en la sanidad pública madrileña: una para los residentes en la región, y otra para los foráneos. Nadie en el PP ha querido responder a cómo se organizaría esta doble lista de espera.

Un comunicado de la presidencia del Gobierno regional, hecho público ayer tarde, establecía que "los ciudadanos de toda España con patologías que no puedan tratarse en su comunidad autónoma van a ser atendidos en Madrid como siempre, como se ha venido haciendo, y todavía mejor". Este comunicado, sin embargo, no dice nada de si los 30 días de espera máxima para ser operado valen también para estos pacientes. Un portavoz de la Consejería de Sanidad no aclaró el asunto y ni negó ni confirmó que los ciudadanos de otras partes de España también se beneficiarían de la promesa de la presidenta regional.

Quien sí lo hizo fue la ministra de Sanidad, Ana Pastor, también del PP, en la noche del pasado lunes. "El Sistema Nacional de Salud es único para todos los españoles y se equivocan quienes lo quieran romper", declaró.

Revuelo político

El revuelo político causado por las declaraciones de Aguirre y Beteta ha causado cierta confusión en el seno del Gobierno regional. Ayer por la tarde, pocas horas después de que Aguirre limitara su promesa a las "operaciones sencillas como juanetes o cataratas" y excluyera a las enfermedades "graves y complejas", un portavoz de la Consejería de Sanidad dijo justo lo contrario. "El plan de choque contra las listas de espera reducirá a 30 días la espera máxima para todas las operaciones que se llevan a cabo en la sanidad pública", explicó este portavoz.

De este plazo de tiempo quedan excluidas las intervenciones en las que, como los trasplantes, es imposible fijar una fecha para la intervención.

Las intervenciones "sencillas" como juanetes, varices, cataratas y hernias son un 40% de las listas de espera

Un total de 23.500 de los 58.885 pacientes que el pasado 31 de diciembre aguardaban una media de 57 días para ser intervenidos quirúrgicamente en la sanidad pública lo hacían para ser sometidos a las "intervenciones sencillas, pero molestas para quien las sufre" a las que Aguirre hizo ayer referencia. Este tipo de operaciones incluye siete tipos de cirugía: cataratas, artrosis, hernias inguinales y abdominales, trastornos de rodilla, varices, deformaciones del dedo gordo del pie (juanetes) y enfermedades en las glándulas sebáceas.

Del resto de enfermos en lista de espera quirúrgica, 211 aguarban para ser operados del corazón, 3.388 de cirugía ginecológi-ca, 3.504 de otorrinolaringología, 181 de cirugía torácica, 4.331 de cirugía urológica y 3.064 de cirugía pediátrica, entre otras especialidades.

Este tipo de operaciones son, en su gran mayoría, el tipo de "intervenciones complejas" necesarias para hacer frente a las "patologías graves" que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, excluyó ayer de su promesa electoral de reducir la espera máxima a 30 días.

Otro tipo de intervenciones quirúrgicas, como los trasplantes de órganos, quedan fuera de cualquier plazo de espera máxima, ya que la gravedad del estado de los enfermos hace que sean intervenidos de inmediato en cuanto sea posible. La espera hasta que haya algún órgano disponible para hacer el trasplante, sin embargo, puede prolongarse varios meses.

Fuentes de la Consejería de Sanidad reiteraron ayer que para las operaciones urgentes, es decir, para aquellas en las que la salud del paciente corre un riesgo vital, "no existe lista de espera".

Sanidad tiene elaborado un Plan Integral para las Listas de Espera para aplicar durante los dos próximos años y cumplir así la promesa de Aguirre. Este plan prevé la utilización "más eficiente" de los recursos disponibles en los hospitales públicos mediante la utilización en el turno de tarde de los quirófanos, y el envío de miles de pacientes a clínicas privadas concertadas.

El Consejo de Gobierno regional aprobó el pasado 4 de diciembre una partida de 14,8 millones de euros para poder remitir a 14.000 pacientes en lista de espera quirúrgica a clínicas privadas concertadas, donde serán intervenidos. La práctica totalidad de estos pacientes deben ser sometidos precisamente a las operaciones "sencillas" como juanetes, hernias, cataratas o varices a las que ayer se refirió la presidenta Aguirre.

Archivado En