LA CAMPAÑA VA BIEN | ELECCIONES 2004

Mariano, sin estrés

A primerísima hora, tras haber leído a fondo el As y el Marca y repasado el resto de la prensa, Mariano Rajoy telefonea a su jefe de campaña, Gabriel Elorriaga.

- Buenos días, Gabi, ¿qué mensajes lanza en su primer día de campaña este partido centrado y moderado que dirijo con prudencia y templanza?

- No hemos llamado a nadie borracho ni asesino, y eso es bueno, pero Ana Botella ha pedido el voto en un cocido municipal y tenemos que pagar 21.000 euros. Menos mal que era un cocido y no una mariscada. En Barcelona nos hemos ausentado de la manifestación contra ...

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A primerísima hora, tras haber leído a fondo el As y el Marca y repasado el resto de la prensa, Mariano Rajoy telefonea a su jefe de campaña, Gabriel Elorriaga.

- Buenos días, Gabi, ¿qué mensajes lanza en su primer día de campaña este partido centrado y moderado que dirijo con prudencia y templanza?

- No hemos llamado a nadie borracho ni asesino, y eso es bueno, pero Ana Botella ha pedido el voto en un cocido municipal y tenemos que pagar 21.000 euros. Menos mal que era un cocido y no una mariscada. En Barcelona nos hemos ausentado de la manifestación contra ETA. Es para no favorecer a ETA, pero no todos lo entienden.

- Así me gusta, que no te agobies. ¿Estado de Perejil?

- Español.

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- ¿Trillo?

- Bajo control.

- ¿Alguna consigna de Su Ilustrísima?

- Los socialistas quieren romper España y echar los pedazos a fieras carroñeras.

- Ya te dije que se iría moderando. Me fumo un purito y voy para allá.

Tan templado como Rajoy es su hombre de confianza en Cataluña, Josep Piqué, que habla bajito bajito, hasta el punto que los asistentes a sus mítines ladean la cabeza en un gesto instintivo de acercar la oreja al orador. Bajito bajito cuenta Piqué que José Luis Rodríguez Zapatero sólo podría ser presidente con ministros como Ibarretxe, Carod Rovira y Llamazares, una especie de Gobierno de concentración del mal. La moderación se nota en que no incluye a Bin Laden, Sadam Husein, ni El-Gandoul, el árbitro egipcio que anuló el gol decisivo a España en el Mundial de Corea.

- Hay algo que me preocupa, jefe -dice Jesús Caldera en la sede socialista-. Prometemos acabar con la precariedad laboral, la violencia doméstica, la energía nuclear, la telebasura y el hambre en el mundo. ¿No deberíamos dejar algo para la segunda legislatura? A ver si resolvemos todo en cuatro años, y luego qué.

En ese momento, entra José Blanco en el despacho y Caldera se calla, porque viene observando que le copia las ideas, y una cosa es el trabajo en equipo y otra muy distinta que el mérito se lo lleven siempre otros.

- A las once en punto, reunión para aclarar el concepto de campaña.

- ¿Y qué hay que aclarar?, pregunta ZP.

- ¡Y yo qué sé! Pero así son las técnicas electorales.

Tiene razón el secretario de Organización Blanco. Los manuales de campaña dicen: antes de empezar, hay que aclarar el concepto. Pero esos manuales son para países lógicos, no como España, donde estamos en campaña desde 1993. Sepan ustedes que hasta hoy era precalentamiento. Abróchense los cinturones. La guerra ha comenzado. Toledo espera ansiosa a Ana Palacio.

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