Crónica:FÚTBOL | 25ª jornada de Liga

Al Atlético no le gusta el balón

El Deportivo regala la pelota a los rojiblancos, que se muestran incapaces de hacer algo con ella

El Deportivo le regaló bien empaquetados 45 minutos del partido, los primeros, y el balón envuelto en un lazo al Atlético. Se los cedió sin condiciones. Toma la pelota, tuya es, mía no, decían Mauro Silva y Sergio a sus pares mientras Valerón, Luque y Víctor seguían con muy moderado interés, como si fuese una cuestión ajena a su incumbencia, las idas y venidas del esférico. Tanto fue así que el conjunto gallego no tiró a puerta en todo ese periodo, con la excepción de un estrambótico lanzamiento desde el centro del campo de Mauro Silva.

Se supone que el Deportivo aguardaba, agazapado, s...

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El Deportivo le regaló bien empaquetados 45 minutos del partido, los primeros, y el balón envuelto en un lazo al Atlético. Se los cedió sin condiciones. Toma la pelota, tuya es, mía no, decían Mauro Silva y Sergio a sus pares mientras Valerón, Luque y Víctor seguían con muy moderado interés, como si fuese una cuestión ajena a su incumbencia, las idas y venidas del esférico. Tanto fue así que el conjunto gallego no tiró a puerta en todo ese periodo, con la excepción de un estrambótico lanzamiento desde el centro del campo de Mauro Silva.

Se supone que el Deportivo aguardaba, agazapado, su oportunidad. En realidad, lo que hacía era reducir el esfuerzo a la mínima expresión y sestear, fiándose, con razón, de la falta de recursos del Atlético para encontrar una puerta de entrada en el área rival que no fuera el pelotazo llovido.

ATLÉTICO 0 - DEPORTIVO 0

Atlético: Aragoneses; Aguilera, García Calvo, Lequi, Sergi; De los Santos; Novo, Ibagaza (Simeone, m. 75), Musampa (Jorge, m. 67); Arizmendi y Nikolaidis (Toché, m. 82).

Deportivo: Molina; Scaloni, Andrade, Tomero, Capdevila; Sergio, Mauro Silva; Víctor, Valerón (Fran, m. 61), Luque (Djalminha, m. 83); y Tristán (Pandiani, m. 77).

Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Jorge Andrade, De los Santos, Romero y Simeone.

Unos 47.000 espectadores en el estadio Calderón.

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El Atlético, mientras tanto, observaba con recelo ese objeto redondo que el Deportivo le había entregado. Sobre todo, De los Santos. Es un misterio saber exáctamente de qué juega el uruguayo. Se cree que de medio centro. Pero es falso. Ni se mueve por el centro, ni organiza absolutamente nada, ni se ofrece para sacar la pelota aunque sea en pases auxiliares, ni corta un balón en el medio del campo. De los Santos se incrusta entre los centrales cuando el adversario ataca y desaparece cuando es su equipo el que lleva la iniciativa. Ni siquiera se acerca a recibir la pelota de los defensas, que se tienen que buscar la vida para conectar con las demás líneas del equipo. Nada de nada. Incluso da la impresión de que evita participar en las jugadas, como si pensase que su aportación no puede traducirse en nada bueno y, discretamente, prefiriera borrarse. Así, la distancia entre los centrales reconocidos como tales, Lequi y García Calvo, y el medio organizador, Ibagaza, fue sideral.

Una circunstancia que permitió a García Calvo plantarse en tres ocasiones con el balón controlado desde su área hasta la del rival sin encontrar otro apoyo que el de aguantar el aliento y finalizar él mismo la jugada.

Por las bandas tampoco progresaron los rojiblancos. Cierto que, sobre todo la izquierda, estaban muy encharcadas. Musampa se metió, como siempre, por el centro cuando tuvo ocasión. El interior zurdo fue sustituido por Nano y despedido con una pitada por el público. En el otro costado, Novo tampoco aportó ninguna solución convincente.

El canterano Arizmendi, subcampeón mundial sub 20 que debutó como titular, aguantó bien el balón, se mostró habilidoso en los uno contra uno y trató de asociarse con Nikolaidis y con Ibagaza. Tuvo una muy buena ocasión en el segundo tiempo, cuando lanzó fuera un tiro a dos metros de la portería del Deportivo.

Aunque las mejores oportunidades de esos segundos 45 minutos fueron del cuadro gallego. Tristán remató alto desde casi la línea de gol un servicio de Luque, por ejemplo. El interior zurdo también se aprovechó de la precipitación en una salida de Aragoneses, que midió mal, aunque cuando estaba solo mandó el balón alto.

Víctor trata de eludir el acoso de Sergi.BERNARDO PÉREZ

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