Aguirre elabora un plan de control de las obras de la M-30 para eludir la declaración de impacto

El consejero de Medio Ambiente anuncia que el documento estará en "dos o tres semanas"

El Gobierno regional está elaborando un plan medioambiental, que supone una serie de condicionamientos, para controlar las obras de la M-30. Esto sustituirá a la declaración de impacto medioambiental, según el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía. "En dos o tres semanas el plan estará acabado y será tan riguroso como una declaración de impacto", señaló. Según Zabía, este plan lo están elaborando técnicos de la consejería con informes aportados por la Concejalía de Medio Ambiente. El proyecto contempla un plan previo al inicio de la reforma y otro de seguimiento de la obra.

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El Gobierno regional está elaborando un plan medioambiental, que supone una serie de condicionamientos, para controlar las obras de la M-30. Esto sustituirá a la declaración de impacto medioambiental, según el consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía. "En dos o tres semanas el plan estará acabado y será tan riguroso como una declaración de impacto", señaló. Según Zabía, este plan lo están elaborando técnicos de la consejería con informes aportados por la Concejalía de Medio Ambiente. El proyecto contempla un plan previo al inicio de la reforma y otro de seguimiento de la obra.

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"Estamos trabajando sobre los ocho puntos [ocho condicionan-tes] que anunció la presidenta en la Asamblea", informó ayer Zabía. "No vamos a vulnerar la ley. La M-30 va a tener la preservación medioambiental necesaria, aunque se exima [al Ayuntamiento de Madrid] de la declaración de impacto medioambiental. Se trata de salvar un trámite administrativo, no de incumplir la ley", añadió.

El Gobierno regional está elaborando un documento que se conoce como condicionado ambiental. En él se contempla un programa de vigilancia de la contaminación atmosférica y acústica; un control semestral de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas; un seguimiento de la gestión de los inertes sobrantes y su destino, y un seguimiento sobre la vegetación implantada en los alrededores de la autovía M-30.

El Ayuntamiento además deberá contar con la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo, porque en la zona se encuentran varios acuíferos. En cuanto a la conservación de las aguas, se tendrá que mantener el nivel de llenado mínimo del embalse de El Pardo durante el periodo de ejecución de las obras, se deberá garantizar el caudal medio bajo el tramo del río Manzanares afectado y se realizarán controles semanales de los parámetros de calidad de las aguas superficiales.

El plan que está realizando la Consejería de Medio Ambiente también contempla un estudio sobre las alteraciones de tráfico que podrían producirse por los cortes que se efectuarán durante las obras de remodelación, así como un informe sobre la ubicación de las instalaciones auxiliares para hacer esos trabajos - como parques de maquinaria y almacenes de materiales- y un mapa acústico.

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Según Zabía, también habrá un plan de control y corrección de la contaminación ante posibles derrames o vertidos accidentales. Medio Ambiente realizará un seguimiento arqueológico de todos los trabajos y tendrán que protegerse tanto el puente de Segovia como el puente de Toledo antes del inicio de las obras, cubriéndolos para impedir el depósito de polvo y partículas.

El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, aseguró ayer que el Ayuntamiento ya ha firmado con Fomento un preacuerdo para que éste ceda la M-30 al Ayuntamiento de Madrid. Cobo dijo que el Ayuntamiento no quiere que Fomento le traspase la M-30 "a cualquier precio, sino a uno razonable, adecuado al coste de mantenimiento".

En cuanto a que la reforma de la M-30 quede exenta por el Gobierno regional de la previa declaración de impacto medioambiental, Cobo dijo: " Cuando se proyecta una gran obra que afecta al medio ambiente es lógico que se busquen medidas para paliar ese efecto. Pero en este caso es al contrario, ya que tenemos un río con una mala situación, con dos colectores que no permiten que las aguas residuales lleguen en las mejores condiciones y un río enterrado por la M-30. Lo que pretendemos es mejorarlo: que sea un río que se pueda visitar".

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