Miles de personas se manifiestan en San Sebastián contra la tortura
Varios miles de personas, entre ellas destacados miembros de la ilegalizada Batasuna, de Aralar y de Eusko Alkartasuna, se manifestaron ayer por las calles de San Sebastián para alzar su voz contra la tortura. "La represión no es el camino", gritaron en euskera. "La policía tortura y asesina", "los cipayos también torturan".
La marcha, convocada por Torturaren Aurkako Taldea (TAT) bajo el lema 25 años bajo torturas. Basta ya partió del Boulevard donostiarra pasadas las 17.30. A la cabeza caminaban personas que han denunciado haber sido víctimas de malos tratos policiales. Entre e...
Varios miles de personas, entre ellas destacados miembros de la ilegalizada Batasuna, de Aralar y de Eusko Alkartasuna, se manifestaron ayer por las calles de San Sebastián para alzar su voz contra la tortura. "La represión no es el camino", gritaron en euskera. "La policía tortura y asesina", "los cipayos también torturan".
La marcha, convocada por Torturaren Aurkako Taldea (TAT) bajo el lema 25 años bajo torturas. Basta ya partió del Boulevard donostiarra pasadas las 17.30. A la cabeza caminaban personas que han denunciado haber sido víctimas de malos tratos policiales. Entre ellos, el director del diario Berria y del clausurado Egunkaria, Martxelo Otamendi, y familiares de activistas como Mikel Zabalza, cuyo cadáver fue encontró en el río Bidasoa tras haber sido detenido en los años ochenta.
Fueron ellos quienes marcaron el ritmo de una movilización que recorrió sin incidentes las calles del centro de la ciudad, sobrevolada por un helicóptero del Ertzaintza. Tras ellos marchaban miles de manifestantes, entre los que figuraban el dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi; el secretario de organización de EA, Rafael Larreina, y José Martín Elexpuru, de Aralar. Juntos completaron en una hora el recorrido que finalizó en el Boulevard.
Allí, Leire Gallastegi y Anika Gil, acusaron en euskera y castellano al Gobierno español y a sus "sucursales autonómicas de intentar tapar la práctica de la tortura [...] Tenemos que levantar la voz", dijeron, "para que ningún vasco ni vasca grite en la soledad del tormento".