Uruguay trae al Museo de América la 'crema' de su pintura
Doce artistas plásticos cuelgan sus telas hasta el fin de febrero
El Museo de América presenta hasta el 29 de febrero la exposición La idea del tango, que convoca a doce de los artistas plásticos más acreditados de Uruguay. Algunos de los presentes han realizado celebradas incursiones en la ilustración, en el diseño gráfico y en la prensa. Desde el museo madrileño ofrecen una panorámica del feliz momento de madurez que exhibe el arte pictórico en el país oriental.
Llama la atención el resonante homenaje a la luz de Álvaro Amengual inscrito en los destellos de la seda y los ecos metálicos de sus misteriosos yelmos; resalta la solvente maestría d...
El Museo de América presenta hasta el 29 de febrero la exposición La idea del tango, que convoca a doce de los artistas plásticos más acreditados de Uruguay. Algunos de los presentes han realizado celebradas incursiones en la ilustración, en el diseño gráfico y en la prensa. Desde el museo madrileño ofrecen una panorámica del feliz momento de madurez que exhibe el arte pictórico en el país oriental.
Llama la atención el resonante homenaje a la luz de Álvaro Amengual inscrito en los destellos de la seda y los ecos metálicos de sus misteriosos yelmos; resalta la solvente maestría de Fermín Hontou, conocido como Ombú, que ha encauzado parte de su obra hacia los medios de comunicación, con humorística pátina y, señaladamente, la obra de Inés Olmedo, ecuación dinámica entre el dominio del dibujo anatómico, el delicado colorido y los contenidos de trasunto femenino, cargados de elegante intencionalidad o ironía, cuando no de afilada mordacidad.
Completan la muestra artistas consagrados de la talla de Fidel Sclavo; del figurativo Álvaro Pemper; de Carlos Seveso, formado en la barcelonesa escuela de Llotja; la expresionista Virginia Patrone; el cosmopolita Diego Donner, de formación tectónica; Eduardo Cardozo, prolífico y emprendedor, además de Carlos Musso, triunfante en París; el premiado José Pelayo, o Federico Arnaud, joven promesa de Salto. Las obras, visitables entre las 10.00 y 15.00, ocupan las cuatro alas de la soleada segunda planta claustral de la antigua iglesia universitaria, que, pronto, ofrecerá nuevas sorpresas.