Aclaración
Quisiera agradecer a Javier Goñi su artículo Las gavetas de un periodista, acerca del libro Mis picas en Flandes, de mi marido, Luis Carandell, y hacer algunas puntualizaciones. Ni mis hijas ni yo hemos intervenido para nada en el libro. Después de la publicación de El día más feliz de mi vida -memorias de su infancia- (Espasa 2000), Luis se puso a escribir sus recuerdos como periodista.
Cuando en la primavera de 2001 Luis tuvo que operarse, el neumólogo le estuvo auscultando un buen rato y luego colocando las radiografías en la pantalla luminosa, las miró y ...
Quisiera agradecer a Javier Goñi su artículo Las gavetas de un periodista, acerca del libro Mis picas en Flandes, de mi marido, Luis Carandell, y hacer algunas puntualizaciones. Ni mis hijas ni yo hemos intervenido para nada en el libro. Después de la publicación de El día más feliz de mi vida -memorias de su infancia- (Espasa 2000), Luis se puso a escribir sus recuerdos como periodista.
Cuando en la primavera de 2001 Luis tuvo que operarse, el neumólogo le estuvo auscultando un buen rato y luego colocando las radiografías en la pantalla luminosa, las miró y remiró y le dijo a Luis: "¿Cree usted en el ángel de la guarda?". "Hombre...", respondió Luis, y el médico le replicó: "Pues ya puede ir creyendo porque usted ya se tenía que haber muerto". Después de tan "animada y alentadora visita", Luis supo que tenía los días contados.
Siguió escribiendo sus memorias hasta días antes de morir. No le dio tiempo a contar sus impresiones sobre la década de los noventa ni tampoco revisar el libro, que nosotras publicamos tal como él lo había dejado escrito.