LAS SECUELAS DE LA ENTREVISTA DE CAROD CON ETA

Maragall refuerza su poder en el Gobierno al redistribuir las áreas

ERC aspira al retorno de su líder al Gobierno catalán tras el 14-M

La redistribución de las funciones de conseller en cap que tenía atribuidas Josep Lluís Carod en el Gobierno catalán, aprobada ayer en una reunión extraordinaria del Ejecutivo, ha reforzado la posición de Pasqual Maragall. Más allá de esta redistribución, la posición de Maragall se ha fortalecido porque esta crisis ha puesto fin al pulso que los republicanos mantenían con él por el control del centro neurálgico del Gobierno.

El pacto para la salida de Carod del Gobierno catalán precisaba que las competencias sectoriales que dirigía serían redistribuidas entre los cinco consejeros...

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La redistribución de las funciones de conseller en cap que tenía atribuidas Josep Lluís Carod en el Gobierno catalán, aprobada ayer en una reunión extraordinaria del Ejecutivo, ha reforzado la posición de Pasqual Maragall. Más allá de esta redistribución, la posición de Maragall se ha fortalecido porque esta crisis ha puesto fin al pulso que los republicanos mantenían con él por el control del centro neurálgico del Gobierno.

Montilla precisa que no hay acuerdo alguno para nombrar de nuevo un 'conseller en cap'
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El pacto para la salida de Carod del Gobierno catalán precisaba que las competencias sectoriales que dirigía serían redistribuidas entre los cinco consejeros de este partido y que el presidente reasumiría la coordinación del Ejecutivo que había delegado en el conseller en cap.

Los republicanos pretendían que el presidente atribuyera todas o casi todas estas funciones al consejero de Enseñanza, Josep Bargalló, que es uno de los más fieles colaboradores de Carod. Pero las características de muchas de estas competencias obligaban a remitirlas al Departamento de Presidencia, del que habían salido para crear el superdepartamento del conseller en cap.

Pero la firme voluntad de Esquerra es recuperar lo antes posible esta parcela de poder. Una de las posibilidades desechadas en las discusiones del martes para salir de la crisis fue la de nombrar a otro dirigente de Esquerra como conseller en cap. Pero esto fue rechazado ya en el primer momento por los propios republicanos en aras al retorno de Carod al ejecutivo catalán después de las elecciones legislativas.

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El propio Carod dejó ayer abierta la eventualidad de su regreso al Gobierno de la Generalitat, que abandonará en los próximos días para asumir su condición de candidato en las elecciones legislativas. En uno de sus últimos actos como miembro del Gobierno, Carod acudirá mañana a la Diputación Permanente del Parlament para explicar su encuentro con ETA.

En una entrevista radiofónica, Carod explicó que no renuncia a su retorno al Gobierno, que queda a expensas de los resultados del 14 de marzo. Esquerra tiene un sólo diputado en el Congreso, que forma parte del Grupo Mixto. Su objetivo es formar grupo parlamentario propio, para lo que precisa un mínimo de cinco escaños. El 17 de noviembre, en plena euforia por el resultado de las autonómicas, Carod afirmó que la extrapolación a las legislativas del 16,4% que acabada de conseguir les daría ocho diputados en el Congreso.

El portavoz de ERC, Joan Ridao, señaló que el hecho de que no se nombre otro conseller en cap es una forma de garantizar que Carod pueda volver al Gobierno "en un plazo razonable y corto de tiempo" y "con toda la legitimidad y el apoyo popular recibido en las urnas".

Sin embargo, este retorno no forma parte del pacto alcanzado el martes para salir de la crisis, según se cuidó de señalar el primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla. "En política todo es posible, pero no existe ningún acuerdo para que regrese al Gobierno, que quede claro", señaló Montilla. Aunque lo cierto es que tampoco lo impide.

El fin de la crisis no ha supuesto la desaparición de las diferencias, en particular en la percepción de la gravedad del desaguisado. Maragall incluyó en su declaración pública del martes, en la que anunció la supresión del cargo de conseller en cap, la exigencia de que Carod pidiera perdón al Gobierno de España "como institución", algo a lo que el líder de ERC se negó en redondo en público aquella misma noche.

La redistribución

Maragall firmó ayer dos decretos. En uno cesa a Carod como conseller en cap y le nombra consejero sin adscribirle ningún departamento. En otro redistribuye entre varios departamentos del Gobierno las funciones y competencias que tenía el conseller en cap.Al de Gobernación le atribuye la dirección del Consejo Técnico de la Generalitat, y la Agencia Catalana de Cooperación para el Desarrollo. Al Departamento de Enseñanza se atribuyó la Secretaría de Política Lingüística, la de Deporte y la de Juventud. La Secretaría para la Inmigración queda adscrita al Departamento de Bienestar Social y Familia.

Al Departamento de Presidencia quedan atribuidas la Secretaría de Comunicación, la de Coordinación Interdepartamental, la Dirección General de Asuntos Religiosos y las Delegaciones Territoriales de la Generalitat.

Del desaparecido Departanmento del conseller en cap dependían también las relaciones del Gobierno catalán con organismos tan importantes como la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), con el Patronato Catalán Pro Europa, con el Consejo Catalán del Audiovisual. Estas funciones quedan ahora adscritas a una Secretaría General adjunta al Departamento de Presidencia. Maragall mantiene también en Presidencia la Secretaría de Asuntos Exteriores, que ya había retirado el lunes a Carod en la primera reacción producida al estallar la crisis de los contactos con ETA.

Los líderes del tripartito catalán, Joan Saura, Josep Lluís Carod y Pasqual Maragall, de izquierda a derecha.JOAN SÁNCHEZ

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