Los musulmanes de Reus renuncian a su mezquita ante la crispación vecinal

El colectivo musulmán de Reus (Baix Camp) dio ayer marcha atrás en su intención de abrir una mezquita en el barrio del Carrilet ante la crispación que ha generado esta propuesta entre los vecinos de la zona. Ayer mismo más de 300 personas se concentraron para mostrar su rechazo a la instalación de la mezquita en un antiguo gimnasio alquilado por los musulmanes y actualmente en obras de reforma y en trámites para obtener la licencia de apertura de un centro cultural y religioso.

"No queremos tener por vecinos a unos racistas", manifestó Anton Aluja, abogado de la Comunidad Islámica Cultu...

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El colectivo musulmán de Reus (Baix Camp) dio ayer marcha atrás en su intención de abrir una mezquita en el barrio del Carrilet ante la crispación que ha generado esta propuesta entre los vecinos de la zona. Ayer mismo más de 300 personas se concentraron para mostrar su rechazo a la instalación de la mezquita en un antiguo gimnasio alquilado por los musulmanes y actualmente en obras de reforma y en trámites para obtener la licencia de apertura de un centro cultural y religioso.

"No queremos tener por vecinos a unos racistas", manifestó Anton Aluja, abogado de la Comunidad Islámica Cultural de Reus y el Baix Camp, quien añadió que sus clientes han aceptado la propuesta del consistorio de facilitar aulas prefabricadas a los musulmanes en una zona industrial.

Pese a la renuncia de los musulmanes a abrir la mezquita en el Carrilet, la portavoz vecinal Dolores Alcaide manifestó que su preocupación ahora es impedir que los creyentes islámicos abran temporalmente su centro en el barrio mientras el Ayuntamiento construye el nuevo. La asociación de vecinos del Carrilet basa su oposición a la mezquita en la delincuencia que padece el barrio, que atribuyen a los inmigrantes. A su entender, esta delincuencia aumentaría con la apertura de una mezquita que congregaría a alrededor de 3.000 fieles.

El Ayuntamiento niega que la delincuencia en el barrio sea causada por la población inmigrante y asegura que el 90% de las personas relacionadas con delitos que ha identificado la policía local en los últimos tres meses son españolas. El concejal Eduard Ortiz (PSC), responsable de la policía local, asegura que los vecinos mezclan inmigración con delincuencia de forma "irresponsable" y que la sensación de inseguridad que dicen tener se debe a la "vestimenta diferente" de los musulmanes.

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