La mujer que estuvo 'hibernada' en una operación dice que ha vuelto a nacer

María José Ríos, la valenciana de 53 años a quien se mantuvo dos horas hibernada -con el cerebro a 16 grados y el resto del cuerpo a 20- durante una intervención de siete horas para operarla de un aneurisma de aorta, aseguró ayer a Efe que había "vuelto a nacer" y se mostró "impresionada" por las "maravillas" que pueden hacer los médicos. "Era una operación importante y había mucho riesgo, pero tenía que hacerla, no tenía otra opción, debía arriesgarme o quedarme en el camino", aseguró María José, quien explicó: "me metí en el quirófano y cuando desperté de nuevo en la habitación ya hab...

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María José Ríos, la valenciana de 53 años a quien se mantuvo dos horas hibernada -con el cerebro a 16 grados y el resto del cuerpo a 20- durante una intervención de siete horas para operarla de un aneurisma de aorta, aseguró ayer a Efe que había "vuelto a nacer" y se mostró "impresionada" por las "maravillas" que pueden hacer los médicos. "Era una operación importante y había mucho riesgo, pero tenía que hacerla, no tenía otra opción, debía arriesgarme o quedarme en el camino", aseguró María José, quien explicó: "me metí en el quirófano y cuando desperté de nuevo en la habitación ya habían pasado dos días". Reconoció que antes de la intervención "estaba muy malita, daba dos pasos" y se cansaba "muchísimo", y ahora está "convaleciente, pero es diferente", y aseguró que "nunca" olvidará lo que ha hecho el equipo médico por salvarle la vida.

Un equipo de cirugía cardiaca del Hospital General Universitario de Valencia, dirigido por el jefe del servicio, José Anastasio Montero, intervino el viernes a esta mujer, a la que lograron mantener dos horas con una temperatura cerebral de 16 grados, con encefalograma plano, parada cardiocirculatoria y respiratoria.

Montero explicó que la mujer sufría un aneurisma de aorta, por lo que la arteria apenas tenía grosor y corría el riesgo de romperse. Explicó que era una operación complicada porque tenía que implantar una prótesis de aorta con ramificaciones hacia el cerebro y los brazos, por lo que cualquier problema "podría dejar secuelas dramáticas", como quedarse en coma o con una hemiplejia, aunque el nuevo método de protección cerebral que permite rebajar la temperatura a 16 grados y mantener así el metabolismo cerebral al mínimo, ha permitido tener a la mujer hibernada dos horas.

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