OPINION DEL LECTOR

Carta abierta al alcalde de Almería

El 24 de octubre se presentó el libro La Vega de Almería, una forma de vida del que soy autor.

En la presentación, abogaba por la conservación de las pequeñas/grandes joyas ocultas en ese terreno declarado urbanizable hasta el río. Se proponía salvar de la picota un viejo cortijo, reconstruir en torno a él un gran parque-pulmón de la nueva Almería con el eje central de nuestra Vega. También se proponía catalogar como bienes protegidos La Mezquita de los Molinos, la Fuente de Alhadra y el Molino de la Torre.

Hace unos días hemos asistido a la destrucción de la Mezquita de l...

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El 24 de octubre se presentó el libro La Vega de Almería, una forma de vida del que soy autor.

En la presentación, abogaba por la conservación de las pequeñas/grandes joyas ocultas en ese terreno declarado urbanizable hasta el río. Se proponía salvar de la picota un viejo cortijo, reconstruir en torno a él un gran parque-pulmón de la nueva Almería con el eje central de nuestra Vega. También se proponía catalogar como bienes protegidos La Mezquita de los Molinos, la Fuente de Alhadra y el Molino de la Torre.

Hace unos días hemos asistido a la destrucción de la Mezquita de los Molinos, una joya única del Siglo XIX. Antes habíamos asistido a la destrucción de cortijos emblemáticos y a la construcción de gigantescas naves industriales a escasos metros de fuentes construidas en la época de la Almería musulmana.

No toda la tierra es para ser cubierta de hormigón y asfalto. Es mucho lo que perdemos. Dejaremos una ciudad amorfa y fría a nuestros hijos y nietos, puro caldo de cultivo para el desarraigo, el fracaso.

Pero no nos engañemos, no digamos que la culpa es de los políticos. ¿Cuántas asociaciones hay en Almería para la defensa del Patrimonio en cualquiera de sus formas? ¿Cuántas fueron las voces que se alzaron cuando se iban destruyendo joyas como el cortijo Banderas, el cortijo Cervantes, el Cortijo Grande? No ha habido diferencia, ninguna, en función del color político de las sucesivas corporaciones municipales, ni siquiera de parte de los que mas se esperaría de ellos.

Acabo con una propuesta:crear un jardín botánico entre la vía férrea y el río, a la altura de la Fuente de Alhadra, teniendo como motivo central la propia Fuente; conservar un viejo cortijo y recrear en un gran parque las formas de vida tradicionales de la Vega; conservar el Molino de la Torre como museo.

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¿Lo hacemos nosotros o esperamos que venga la UNESCO a recordarnos que el 2005 no significa que debamos derribar nuestras mezquitas, nuestros viejos molinos?

Me pregunto qué papel está pintando la Universidad de Almería, su rector, en todo esto, cuál está siendo el papel del Colegio de Arquitectos de Almería, cuál es el papel de la prensa en este asunto.

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