El PSPV eleva a 1.144 millones el déficit que el PP cifró en 8,1 en 2002

Los socialistas reclaman que el presidente Camps acuda a la Diputación Permanente

El déficit presupuestario de la Generalitat en el año 2002 se aleja mucho de los 8,1 millones de euros que el Consell del PP consignó al cierre del ejercicio, en marzo pasado. El déficit fue en realidad de 1.144 millones de pesetas, según el cálculo efectuado por el PSPV con los datos del informe de la Sindicatura de Comptes. Los socialistas reclamaron ayer la convocatoria de la Diputación Permanente para que Francisco Camps explique la "quiebra" de la Generalitat.

A la cifra de 8,1 millones de euros que el Consell reconoció como déficit del año 2002 al presentar la liquidación del pres...

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El déficit presupuestario de la Generalitat en el año 2002 se aleja mucho de los 8,1 millones de euros que el Consell del PP consignó al cierre del ejercicio, en marzo pasado. El déficit fue en realidad de 1.144 millones de pesetas, según el cálculo efectuado por el PSPV con los datos del informe de la Sindicatura de Comptes. Los socialistas reclamaron ayer la convocatoria de la Diputación Permanente para que Francisco Camps explique la "quiebra" de la Generalitat.

A la cifra de 8,1 millones de euros que el Consell reconoció como déficit del año 2002 al presentar la liquidación del presupuesto, el pasado mes de marzo, los socialistas añaden 840,5 millones en obligaciones por gastos realizados en Sanidad pero no contabilizados -las llamadas facturas en el cajón, tantas veces denunciadas y cuya inclusión recomienda el Síndic de Comptes-; otros 571,4 millones en concepto de ingresos sin expectativas de cobro -"inventos para poder gastar más", en palabras de Cristina Moreno, portavoz de Economía del PSPV-; otros 17,3 millones de obligaciones que se han imputado a ejercicios anteriores pero que correspondían al ejercicio objeto del informe; 63,3 millones en concepto de nóminas de 2002 no contabilizadas y 5,9 millones por gastos realizados en los capítulos 2 y 6 que tampoco han sido tenidos en cuenta. Por contra, hay que restar 303,6 millones de gastos correspondientes a 2001 y contabilizados en 2002 y 58,7 millones por nóminas de 2001 imputadas en 2002. De esta forma, el déficit real del ejercicio se sitúa en los 1.144 millones de euros.

A esta cifra habría que sumar, además, los 1.259,3 millones de euros de los llamados "derechos definidos". Durante años, la Generalitat ha incluido en sus cuentas falsas expectativas de ingresos para poder gastar más. La Sindicatura venía tachando de incorrecta esta práctica, aunque era legal, pero el nuevo Plan General de Contabilidad Pública ya no la permite. El Consell tenía dos opciones: reconocer la imposibilidad de cobrar ese dinero y consignarlo como déficit, o utilizar algún subterfugio. Y optó por esto último al incluir esos derechos definidos en la cuenta de patrimonio, que suma así unos ingresos en torno a los que el Síndic señala "una cierta incertidumbre en cuanto a su expectativa de cobro". Y añade: "Para que esta incertidumbre quedara reflejada en la cuenta de resultados se tendría que haber dotado la correspondiente provisión para insolvencias".

A la vista de la "quiebra" de las cuentas de la Generalitat que reflejan estas cifras, Antoni Such, portavoz adjunto del Grupo Socialista, anunció que pedirán la convocatoria de la Diputación Permanente de las Cortes Valencianas para que el presidente del Consell, Francisco Camps, explique las medidas que piensa adoptar para "salvar la situación dramática" de las arcas públicas. Según Such, el informe del Síndic de Comptes confirma que los gobiernos del PP llevan hacen unos presupuestos "creativos" e "irreales", además de "temerarios", instalados en la "falsedad" y "alejados" de la realidad. El diputado socialista denunció el "incumplimiento reiterado" de la ley de contratos ya que el Consell del PP recurre de manera "desmesurada" a contratar a personal externo para "favorecer a los amigos".

Such también destacó que la deuda de la Generalitat "se incrementa de forma exponencial" y es ya "asfixiante", por lo que se intenta "centrifugar creando empresas y entes públicos". La deuda conocida de la Generalitat y las empresas públicas se acerca ya a los 12.000 millones de euros, recordó Such, quien precisó que no hay "rentabilidad social clara en la mayoría de las inversiones" llevadas a cabo. "Urge un plan de saneamiento de las cuentas públicas, porque sino estaremos abocados a cerrar la autonomía por quiebra", dijo Such, quien insistió en la necesidad de crear en las Cortes una oficina presupuestaria que fiscalice la gestión del Consell.

Pese a todo, denuncia el PSPV, el Consell sigue "con la misma política-ficción para intentar no dejar en evidencia a los anteriores gobiernos del PP, cuyo máximo dirigente y manirroto ha sido Eduardo Zaplana". Such aseguró que los distintos gestores de la situación económica de la Generalitat deberían estar, a día de hoy, destituidos "por incompetentes y manirrotos".

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