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La arruga es bella

Una vez al año, el Consejo de Ministros se interesa por las bellas artes, y puntualmente compone una relación de unos veinte ilustres para que el Rey les imponga luego una medalla en una ceremonia de ringorrango. Los ministros de este año acaban de hacer pública la lista de 2003, compuesta, dicen, por "personas y entidades que hayan destacado de modo eminente en el campo de la creación artística y cultural". Como es habitual, han recaído en figuras del cine español unas cuantas de estas medallas: para cuatro intérpretes y un guionista. ¡Bienvenidas!

Otro de los premiados ha sido el galá...

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Una vez al año, el Consejo de Ministros se interesa por las bellas artes, y puntualmente compone una relación de unos veinte ilustres para que el Rey les imponga luego una medalla en una ceremonia de ringorrango. Los ministros de este año acaban de hacer pública la lista de 2003, compuesta, dicen, por "personas y entidades que hayan destacado de modo eminente en el campo de la creación artística y cultural". Como es habitual, han recaído en figuras del cine español unas cuantas de estas medallas: para cuatro intérpretes y un guionista. ¡Bienvenidas!

Otro de los premiados ha sido el galán Conrado San Martín, también muy popular en los años cuarenta y cincuenta, y que desde entonces ha sabido mantenerse en activo, con más o menos altibajos. Finalmente, medalla de Bellas Artes para Geraldine Chaplin, actriz guadianesca que Almodóvar dirigió recientemente en Hable con ella. Quizás esta medalla haya sido una forma de premiar indirectamente a dicha película y a todo su equipo, como complemento al Oscar al mejor guión que, como se recordará, Almodóvar recogió este año en una gala tensa, ante el temor de que los premiados se manifestaran en contra de la guerra, tal como ya había ocurrido en los Goya españoles. Alguna protesta sí hubo también en Hollywood, pero menos de lo esperado.

Enhorabuena en cualquier caso a los premiados. Y también a los que siguen en la brecha confiando en que el próximo año, o cuanto antes, algo de esto cambie de una puñetera vez.

Geraldine Chaplin posa ante el cartel de la película de su padre El gran dictador.EPA
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