Carretera peligrosa
Si hablamos de la carretera que sube hacia la montaña de la Muela de la bella población de Chulilla, carretera que arranca desde la general que viene del desvío de la de Ademuz y tiene su comienzo antes de entrar en la zona de la Ermita, no sería correcto hablar de un buen camino, se caería en una verdadera utopía de ser así. Me explicaré:
La citada carretera discurre por la falda de la montaña para dar entrada a una zona poblada de viviendas unifamiliares y siguiendo su trazado con una pendiente bastante pronunciada, se llega hasta un recodo con una curva cerrada en donde se ubica la c...
Si hablamos de la carretera que sube hacia la montaña de la Muela de la bella población de Chulilla, carretera que arranca desde la general que viene del desvío de la de Ademuz y tiene su comienzo antes de entrar en la zona de la Ermita, no sería correcto hablar de un buen camino, se caería en una verdadera utopía de ser así. Me explicaré:
La citada carretera discurre por la falda de la montaña para dar entrada a una zona poblada de viviendas unifamiliares y siguiendo su trazado con una pendiente bastante pronunciada, se llega hasta un recodo con una curva cerrada en donde se ubica la caseta de un motor del agua que abastece al pueblo. Pues bien, desde dicha caseta, según cuenta algún que otro vecino de la zona, se realizó tiempo atrás por parte del Ayuntamiento una zanja para enterrar una tubería que baja por la pendiente de la carretera, suponiéndose que se haría con el fin de mejorar el abastecimiento de agua al barrio de la Ermita.
Instalada la tubería, la zanja se rellenó pero no fue repavimentada la franja excavada, quedando a merced de las aguas pluviales que descienden con cierta velocidad por la inclinada pendiente, arrastrando las tierras y creando un peligroso escalón, provocando además un estrechamiento de la calzada, lo que hace peligrosa la vía de ascenso por dicha carretera hasta el punto de que es fácil, sobre todo de noche por falta de una adecuada iluminación, meter las ruedas de un coche en el borde del escalón, como estuvo a punto de sucederme a mí, y provocar una posible rotura de los paliers y después a pedir responsabilidades ¿a quién? En primera instancia al propio Ayuntamiento por no dejar el trabajo bien terminado. Bueno sería que, antes de que ocurra algún percance, la Administración municipal tomara cartas en el asunto y solucionara el problema, sea o no dicha vía propiedad municipal, pero sí lo es la instalación de la tubería así como las obras realizadas para dicho fin. Mejor es cortar de raíz el presumible peligro y no esperar a que ocurra el anunciado accidente.