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Next Limit, la parte española de 'El señor de los anillos'

"Pintar un chalé en el ordenador es fácil, pero simular una medusa [que es como un fluido] es otra historia, muy complicado, con reflexiones, goteos...", cuenta Javier Vargas, de 30 años de edad, uno de los fundadores, junto con Víctor González, de Next Limit, empresa española que se ha hecho hueco en el mundo de las simulación cinematográfica gracias a un programa que recrea por ordenador el comportamiento de fluidos. Lo utilizan lo mismo publicistas para simular el café de una taza que se rompe que ingenieros de la NASA para darse una idea de cómo correría el agua por los enormes canales de ...

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"Pintar un chalé en el ordenador es fácil, pero simular una medusa [que es como un fluido] es otra historia, muy complicado, con reflexiones, goteos...", cuenta Javier Vargas, de 30 años de edad, uno de los fundadores, junto con Víctor González, de Next Limit, empresa española que se ha hecho hueco en el mundo de las simulación cinematográfica gracias a un programa que recrea por ordenador el comportamiento de fluidos. Lo utilizan lo mismo publicistas para simular el café de una taza que se rompe que ingenieros de la NASA para darse una idea de cómo correría el agua por los enormes canales de Marte.

Lo último que han hecho ha sido colaborar en la simulación de algunas escenas que aparecen en la última entrega de El Señor de los anillos (El retorno del rey), que se estrenó ayer, y que en Internet ha despertado la misma pasión que entre sus seguidores cinéfilos y literarios.

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Desde las antípodas exactamente han recurrido al programa y apoyo técnico de Next Limit para recrear los ríos de lava roja y candente entre los que discurre el final del viaje de Frodo Bolsón en las laderas del Monte del Destino. "Hemos tenido que trabajar desde febrero todo el equipo", explica Vargas, "echando muchas horas, adaptando el programa a las exigencias que llegaban desde Nueva Zelanda", donde se ha rodado la película y se ha realizado su animación.

En este caso su colaboración ha sido más estrecha, adaptando el software a las necesidades del guión, pero lo cierto es que la gente de Next Limit ha visto que en estudios de simulación de películas tan diversas como Minority Report, Final Fantasy o Matrix han echado mano de su software para tratar algunas escenas. "Cuando vimos Shrek supimos que la escena en que el ogro se baña con barro la habían hecho con nuestro software", dice Vargas.

Su programa RealFlow es la joya de esta empresa que nació del entusiasmo de dos amigos. "Juntas nuestra afición a los ordenadores, los fluidos y las ecuaciones físicas y de ahí nace nuestro programa", explica Vargas, ingeniero aeronáutico. Su compañero Víctor González es ingeniero naval.

"Lo que más nos animó es que hubiera gente pidiéndonos el programa", explica Vargas, que en aquella época trabajaba en otra compañía. Programadores, animadores de Estados Unidos a los que conocían en foros de discusión les pedían un software hecho en sus ratos libres.

En 1998 dieron el salto y fundaron la empresa con unos pocos cientos de miles de pesetas. Ahora son 16 empleados, menores de 30 años, físicos, matemáticos, ingenieros... y sólo un programador.

La dificultad para dar forma a fluidos en el ordenador estriba en que "el ordenador todo lo que pinta son geometrías, polígonos, eso es muy fácil, pero ¿cómo pintas un fluido?"; ellos utilizan un método de partículas. "Pero hay que decirle al ordenador cómo debe iluminarlas, cómo moverlas.... Es cierto que hemos pensado por qué no hay más gente que haga programas de simulación de este tipo", reconoce Vargas. Los que hay actualmente tienen ya sus años y están destinados sobre todo a ingeniería.

El reto: la rotura frágil

Su programa permite que el ordenador haga sólidos rígidos, texturas, tejidos elásticos... El reto inmediato: la rotura frágil, simular cómo se rompe, por ejemplo, un cristal.

Más de un millar de empresas, la mayor parte de ellas del otro lado del charco, usan sus servicios, entre ellas la NASA, Boeing, pero sobre todo productoras cinematográficas, entre ellas los grandes estudios de animación, de Pixar a Disney. En ocasiones se limitan a licenciarles el producto y otras veces, como con El señor de los anillos, realizan además apoyo técnico.

Lo suyo es un programa destinado más a simulación visual, pero sus fluidos resultan tan convincentes que universidades e investigadores lo emplean. Lockheed Martin, por ejemplo, acaba de aplicarlo para simular el comportamiento del refrigerante en la Estación Espacial Internacional. "Están muy contentos con los resultados", cuenta Vargas, "aunque les he dicho que el programa no es para eso, que es para hacer monigotes".

El año que viene piensan entrar más a fondo en la simulación de ingeniería; pero de momento lo inmediato es Spiderman II y La guerra de las galaxias. Cuando se vean líquidos por los pies del hombre-araña o de Sky Walker serán, seguro, de los madrileños de Next Limit.

'El Señor de los Anillos' en la Red

Los aspectos más insospechados de El señor de los Anillos generan ríos de tinta en la Red. La Sociedad Tolkien Española (STE), una asociación fundada en 1991 en Elche, aborda el estudio profundo de las lenguas de la Tierra Media y su geografía.

Fanfiction.net es un enorme repositorio de más de 25.000 relatos; The Library of Moria tiene decenas de escritos inventados y un buen número de dibujos.

The Elvish Linguistic Fellowship es un sitio con relatos y poesías en lenguaje élfico y música propia a algunas canciones élficas. Quien quiera estudiar algo de élfico puede ponerse al día en Lambelion, un sitio donde se dan directrices para aprender el quenya o el sindarin. Una lengua que suena como "Laurië lantar lassi súrinen" (¡Como el oro caen las hojas en el viento!).

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