OPINION DEL LECTOR

Ratas en mi cocina

Ya somos uno más en la familia. Ayer, al entrar en mi cocina, vi un inquilino que jugueteaba entre la ropa sucia del cesto. Se trataba de una rata. Y no era una nueva mascota que me regalaba mi pareja. Se había colado en casa y, con un gusto sibarita, se había comido un trozo de mi camisa favorita. Tras un forcejeo y carreras por toda la terraza, al final logré encerrarla dentro de la cesta de la ropa y, corriendo y chillando por la escalera, logré sacarla de mi casa. Ya en la calle descubrí la razón por la cual estaba aquel animal en mi casa.

Mi barrio sufre de una gran dejadez en mate...

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Ya somos uno más en la familia. Ayer, al entrar en mi cocina, vi un inquilino que jugueteaba entre la ropa sucia del cesto. Se trataba de una rata. Y no era una nueva mascota que me regalaba mi pareja. Se había colado en casa y, con un gusto sibarita, se había comido un trozo de mi camisa favorita. Tras un forcejeo y carreras por toda la terraza, al final logré encerrarla dentro de la cesta de la ropa y, corriendo y chillando por la escalera, logré sacarla de mi casa. Ya en la calle descubrí la razón por la cual estaba aquel animal en mi casa.

Mi barrio sufre de una gran dejadez en materia de limpieza, y no por los vecinos y vecinas. Los contenedores son insuficientes, apenas existen lugares donde llevar a las mascotas, que tienen decoradas las aceras con siniestros regalitos, las máquinas de limpieza las hemos visto alguna vez en otros barrios y en fotos.

Por no hablar de los solares desprovistos de todo, menos de escombros y basura. Puede ser que, después de quitarnos las plazas de aparcamiento, no ofrecernos zonas verdes ni equipamientos, tal vez lo que pretendan es que abandonemos el barrio para tirar nuestras pequeñas casas y poder dedicarse fácilmente a sus negocios especulativos. Ayuda.

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