Columna

Faltaron

Los señores diputados, no estaban. Es grave y como lo es, lo ocurrido ayer en el Parlamento andaluz debería obligar a los señores diputados, que faltaron a una sesión en la que se estaba jugando la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley nacional de Reproducción Asistida, a pedir perdón públicamente a los ciudadanos. Faltaron diputados del PSOE de IU del PA y del PP, que votaba en contra. Todos deben pedir perdón y justificar su ausencia, pero es el grupo socialista quien más seriamente debe reaccionar ante el suceso, porque es el que se estaba jugando más comprometida...

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Los señores diputados, no estaban. Es grave y como lo es, lo ocurrido ayer en el Parlamento andaluz debería obligar a los señores diputados, que faltaron a una sesión en la que se estaba jugando la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley nacional de Reproducción Asistida, a pedir perdón públicamente a los ciudadanos. Faltaron diputados del PSOE de IU del PA y del PP, que votaba en contra. Todos deben pedir perdón y justificar su ausencia, pero es el grupo socialista quien más seriamente debe reaccionar ante el suceso, porque es el que se estaba jugando más comprometidamente el apoyo al Gobierno que sustenta y cuya batalla política por la puesta en marcha de su proyecto de investigación con células madre, merecía más diligencia, más seriedad, más puntualidad y más sentido de la responsabilidad. Se confiaron, nos dicen, como para que tratemos de entender que en realidad unos por otros, todos pensaron que habría votos suficientes para aprobar la propuesta que quedó en el aire, por dos votos. El hecho concreto es hasta doloroso, teniendo en cuenta que la apuesta del Gobierno andaluz está luchando contra la resistencia del Gobierno central.

La Junta no está sola en su apuesta, cuenta con el apoyo de los científicos implicados en el proyecto y con la mayoría del Parlamento andaluz pero ayer le faltó el apoyo de algunos de sus propios. Todos los esfuerzos chocaron ayer contra la irresponsabilidad de unos parlamentarios que tendrán que decir en qué ocupación tan importante estaban para no acudir a cumplir con su obligación. No es esta la primera vez que algo así ocurre pero desde luego, sí tendría que ser la última, no puede ser que tantas veces tengamos que asistir al espectáculo de un Parlamento en el que un diputado habla para la mesa, tampoco completa y para nadie más, o para uno o dos diputados, que acaso toman notas sobre cualquier otro asunto, mientras el que habla no tiene quien le atienda. Ya está bien de Parlamentos vacíos y pasillos llenos, de contar los votos y calcular que por que uno falte no pasará nada. Pasa, a la vista está. Y aunque no pase. Es vicio de todos los grupos, es problema para todos los partidos y para el prestigio de la política y los políticos, el que todo el esfuerzo serio de unos se vea diluido por la negligencia de otros. ¿Dónde estaban los señores diputados?

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