Reportaje:

Mari Carmen ya no se lleva

Alejandro, Daniel, María y Paula son los nombres de moda en los registros civiles de la Comunidad

Unos nombres florecen, están de moda, y otros empiezan a agonizar, casi a desaparecer, como María del Carmen, que ha pasado de 151 niñas registradas así en 1987 a sólo 40 en 2001. Y es que los años no pasan en vano en uno de los elementos más relevantes de la identidad personal, el nombre de pila. La guía que ha elaborado la Comunidad sobre el registro civil de los recién nacidos revela, a partir de los nombres más comunes, el comportamiento de los padres. El estudio, realizado por el Instituto Regional de Estadística, concluye que Alejandro (1.506 registros) y Daniel (1.139) son los má...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Unos nombres florecen, están de moda, y otros empiezan a agonizar, casi a desaparecer, como María del Carmen, que ha pasado de 151 niñas registradas así en 1987 a sólo 40 en 2001. Y es que los años no pasan en vano en uno de los elementos más relevantes de la identidad personal, el nombre de pila. La guía que ha elaborado la Comunidad sobre el registro civil de los recién nacidos revela, a partir de los nombres más comunes, el comportamiento de los padres. El estudio, realizado por el Instituto Regional de Estadística, concluye que Alejandro (1.506 registros) y Daniel (1.139) son los más elegidos por los padres para sus hijos; y María (1.362) y Paula (1.106), para sus hijas. Le siguen Álvaro (1.057), Pablo (1.049), Lucía (1.030) y Laura (1.000). Éstos son los ocho nombres que llegan o sobrepasan los 1.000 registros en el periodo de 1987 a 2001.

Los técnicos que adelantan la tabulación se abstienen de entrar profundamente en los terrenos de la interpretación y señalan que se han dedicado a una labor puramente mecánica. Pero cuando notan que en el caleidoscopio aparecen varios Mohamed, Kevin, Jonathan, Aarón, Brian, Aitana, Valentina, Daniela, Salma y Carlota, dan un paso adelante y advierten sobre la frecuencia cada vez mayor de nombres de origen árabe, anglosajón, latinoamericano y oriental. Es el fenómeno de la inmigración que comienza a influir con suficiente peso en los cambios de la sociedad.

Esta clase de nombres podría empezar a aumentar paulatinamente si se mantienen estables las tasas de natalidad. En 2001, la tasa de las inmigrantes duplicó la de las madrileñas: hubo 17 nacimientos por cada 1.000 mujeres extranjeras, frente a los 9 por cada 1.000 de madrileñas. El año pasado, el 17,45% de los 62.306 nacidos tenía madre extranjera. "Con el nombre, los padres quieren proyectar en sus hijos ciertas aptitudes, valores y cualidades. El hecho de que Alejandro y Daniel sean los nombres más comunes demuestra un cambio en la sociedad. Ya no se registran los hijos con los nombres de los abuelos. Eso mismo sucede con Paula y, en menor medida, con María, puesto que este nombre es señal de la tradición católica", explica Alicia Kaufmann, profesora titular del área de Sociología de la Universidad de Alcalá.

Entre la cantidad de nombres que, desde 1987, han perdido importancia aparecen Francisco José (al pasar de 151 registros a 6) y Tamara (descendió de 385 a 20).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En