Reportaje:

Mil millones atrapados en un laudo

Ligera caída de los ratios de solvencia del SCH por el litigio con Total en Cepsa

"Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho". Eso le ha pasado a Emilio Botín con el Instituto de Arbitraje de La Haya y por ello tiene atrapados desde el día 25 y por tiempo indefinido casi mil millones de euros de inversión en Cepsa y ha visto reducido el "core capital" (capital más reservas, excluidas acciones subordinadas y otras participaciones) del SCH en un 0,29%, hasta el 5,61, y el "Bis ratio" (coeficiente de solvencia que responde a la relacción entre recursos propios y activos de riesgo) en un 0,27. Deterioro que en medios del banco consideran poco relevante, al tiempo que aseguran ...

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"Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho". Eso le ha pasado a Emilio Botín con el Instituto de Arbitraje de La Haya y por ello tiene atrapados desde el día 25 y por tiempo indefinido casi mil millones de euros de inversión en Cepsa y ha visto reducido el "core capital" (capital más reservas, excluidas acciones subordinadas y otras participaciones) del SCH en un 0,29%, hasta el 5,61, y el "Bis ratio" (coeficiente de solvencia que responde a la relacción entre recursos propios y activos de riesgo) en un 0,27. Deterioro que en medios del banco consideran poco relevante, al tiempo que aseguran que el laudo holandés no va a tener ningun efecto dilutivo, por la puesta en equivalencia, en las cuentas del grupo.

Son secuelas del fallo del juez Hanotiau, sobre el requerimiento arbitral planteado por Total. El arbitro ha restablecido la vigencia de los acuerdos accionariales en Somaen II (sociedad en que SCH, Unión Fenosa y Total tienen depositados desde hace años parte de sus derechos políticos en Cepsa) y ha bloqueado cautelarmente la participación total del banco cántabro -incluido el 12,3% adquirido en su reciente OPA- en la segunda petrolera española.

El fallo, que insta a ponerse de acuerdo a SCH y Total, responde al conflicto abierto por la entidad bancaria que, amparándose en la nueva legislación española sobre transparencia, la llamada Ley Aldama, adujo que eran "ineficaces" sus pactos accionariales con Total en Somaen y decidió unilateralmente lanzar una oferta pública de adquisición de acciones sobre el 16% del capital de Cepsa en Bolsa. De ahí que el varapalo del Tribunal de La Haya no haya caído sólo sobre el SCH, que pretendía con esta operación tener las manos libres para embolsarse unas grandes plusvalías por su participación total en Cepsa, sino también sobre los legisladores españoles y en especial sobre una disposición transitoria de la citada norma de transparencia introducida, a última hora, en su tramitación en el Senado y que ha dado origen a este contencioso.

Fuego amigo

Una tercera afectada por este conflicto, en este caso víctima del fuego amigo, ha sido Unión Fenosa. La eléctrica, que tiene a SCH como mayor accionista, posee un 5% de Cepsa y ha visto frustrado su deseo de hacer plusvalías. No ha podido acudir a la OPA y tras el laudo no va a poder deshacerse de sus acciones hasta que se resuelva el litigio y se levanten las medidas cautelares.

El botín, con minúscula, el grupo Cepsa, no se ha visto hasta ahora afectado -la prueba es la aprobación de un nuevo plan estratégico con 4.000 millones de inversión hasta 2008- por la pugna entre sus dos mayores propietarios. Y no se ha visto afectado por dos motivos de peso. El primero, es que tanto Total como el SCH han tratado de que sus diferencias no paralizaran la compañía, algo que perjudicaría el valor de la petrolera y sus respectivas e importantes inversiones en la misma. Y el segundo motivo, es que el laudo restablece los acuerdos sobre reparto de poder y sobre la gestión de Cepsa, vigentes desde 1995, a través de Somaen II. Además, señalan los analistas, la marcha de la compañía es muy buena y, a la espera de que se solucione el conflicto, ambos contendientes se están embolsando importantes dividendos.

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