Rumsfeld reitera que EE UU seguirá en Irak tras la cesión de poder

El secretario de Defensa señala en Bagdad que no es necesario desplegar más tropas

Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EE UU, efectuó ayer la tercera visita a Irak, esta vez por sorpresa, desde que fuera depuesto el régimen de Sadam Husein el pasado abril. El jefe del Pentágono se entrevistó con mandos militares y dirigentes locales en la ciudad de Kirkuk antes de viajar a Bagdad para reunirse con Paul Bremer, el procónsul de la Autoridad Provisional. Tras la entrevista, el administrador civil reiteró que los militares de EE UU permanecerán en el país árabe después de junio de 2004, cuando está previsto el traspaso del poder.

Según declaró Bremer a una te...

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Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EE UU, efectuó ayer la tercera visita a Irak, esta vez por sorpresa, desde que fuera depuesto el régimen de Sadam Husein el pasado abril. El jefe del Pentágono se entrevistó con mandos militares y dirigentes locales en la ciudad de Kirkuk antes de viajar a Bagdad para reunirse con Paul Bremer, el procónsul de la Autoridad Provisional. Tras la entrevista, el administrador civil reiteró que los militares de EE UU permanecerán en el país árabe después de junio de 2004, cuando está previsto el traspaso del poder.

Según declaró Bremer a una televisión local dirigida por la coalición, para esa fecha los cuerpos de seguridad iraquíes todavía no estarán preparados para hacerse cargo de la situación.

En Kirkuk, uno de los más importantes núcleos petroleros del país, con medio millón de habitantes y a 260 kilómetros al norte de Bagdad, los comandantes norteamericanos informaron a Rumsfeld de las operaciones desatadas durante las últimas jornadas, especialmente la que el martes pasado tenía como objetivo la captura de Izzat Ibrahim al Duri, ex vicepresidente iraquí y al que los militares estadounidenses atribuyen la organización de los ataques de la resistencia. No lograron su objetivo. EE UU ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por pistas que permitan su detención.

Rumsfeld, que enfatizó su deseo de acelerar el despliegue de las fuerzas de seguridad iraquíes, saludó a algunas autoridades locales, que le agradecieron el trabajo desarrollado por las tropas de EE UU, y desayunó con los uniformados de su país. Un oficial hizo hincapié en que no es necesario reforzar a las tropas norteamericanas con el despliegue de más soldados.

El jefe de la IV División de Infantería, general Raymond Odierno, al mando de la zona de Tikrit, feudo del derrocado dictador y donde se producen numerosos ataques contra los soldados estadounidenses, informó al titular de Defensa de que las operaciones desarrolladas desde mediados de noviembre han conseguido disminuir el número de enfrentamientos armados. Odierno aseguró que la población autóctona se muestra ahora más dispuesta a ayudar a los norteamericanos para proporcionar información.

Ya en Bagdad, Rumsfeld se entrevistó con Bremer, quien declaró más tarde que "el Gobierno de Irak y el Consejo de Gobierno transitorio expresarán su deseo de ver a las fuerzas de la coalición ayudando para restablecer la estabilidad" después del mes de junio de 2004. A su juicio, para mediados del año que viene, las fuerzas de seguridad locales "no estarán preparadas" para afrontar las necesidades de seguridad en el país.

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"Estoy convencido de que esto ocurrirá. En este momento no hemos firmado un acuerdo, pero hemos informado al Consejo de Gobierno de que teníamos la intención de firmar uno que permita a las fuerzas de la coalición seguir ayudando a Irak a defenderse, fundamentalmente de los miembros del anterior régimen", añadió. Bremer destacó que las negociaciones para este acuerdo arrancarán en enero. "El Gobierno y la coalición firmarán un acuerdo en unos términos en que el Gobierno de transición invitará a las fuerzas de la coalición a ayudar al pueblo iraquí en su guerra contra sus enemigos y el terrorismo internacional", afirmó el administrador norteamericano, quien se mostró convencido de que la inmensa mayoría de la población, un 95%, aprueba las operaciones que pusieron fin a la dictadura de Sadam Husein.

Precisamente ayer, uno de los colaboradores del depuesto tirano, el ex director de Seguridad en Bagdad Jalaf al Alusi, fue asesinado a tiros en su domicilio por cuatro personas, según un testigo presencial citado por la agencia France Presse.

Un preso iraquí es custodiado por soldados de EE UU ayer en Bagdad.AP

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