Vecinos de Esplugues toman una vieja masía del XVII y reclaman su uso público

Cal Suis ya es del pueblo. Así lo proclama la pancarta que, desde el pasado sábado, ondea en la entrada de esta masía del siglo XVII, situada en el municipio de Esplugues (Baix Llobregat), que ha sido literalmente tomada por un grupo de una veintena de vecinos del barrio de Finestrelles que reivindican su uso como equipamiento para el barrio desde hace más de 18 años.

Los intereses vecinales chocan con los del Ayuntamiento socialista, que expropió los terrenos en julio de 2002 y tiene previsto firmar próximamente un convenio con la Orden de Sant Joan de Déu para cederle la masía -muy ce...

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Cal Suis ya es del pueblo. Así lo proclama la pancarta que, desde el pasado sábado, ondea en la entrada de esta masía del siglo XVII, situada en el municipio de Esplugues (Baix Llobregat), que ha sido literalmente tomada por un grupo de una veintena de vecinos del barrio de Finestrelles que reivindican su uso como equipamiento para el barrio desde hace más de 18 años.

Los intereses vecinales chocan con los del Ayuntamiento socialista, que expropió los terrenos en julio de 2002 y tiene previsto firmar próximamente un convenio con la Orden de Sant Joan de Déu para cederle la masía -muy cercana al hospital materno infantil que la orden gestiona en el municipio- y destinarla a centro sociosanitario. El consistorio afirma que los terrenos que rodean la finca, que está catalogada, se destinarán a jardines públicos para el barrio.

La masía y los jardines que la rodean configuran cerca de una hectárea de terreno en un enclave privilegiado en pleno barrio de Finestrelles. Si bien los vecinos no se oponen a la puesta en marcha del centro sociosanitario, consideran más lógico que el equipamiento se levante en el solar propiedad del hospital, ubicado en la calle de Santa Rosa, que en la actualidad es un bosque privado.

Los vecinos no entienden por qué razón el Ayuntamiento ha expropiado la finca con dinero público -en su momento costó 200 millones de pesetas (1,2 millones de euros)-, y ahora pretende ceder este patrimonio que es de los ciudadanos a una entidad privada. Los vecinos proponen que la finca sea utilizada por varias entidades del barrio que no tienen un espacio fijo donde llevar a cabo sus actividades.

El consistorio, por su parte, defiende el carácter público y el uso sociosanitario del equipamiento que se emplazará en la masía de Cal Suis, que será reformada por la Orden de Sant Joan de Déu, y recuerda las múltiples acciones de colaboración que ha establecido con otras entidades, "siempre teniendo como objetivo el beneficio social y público a la ciudadanía".

Pese a que el Ayuntamiento ha reaccionado a la acción de los vecinos presentando una denuncia ante el juzgado por ocupación ilegal, se muestra dispuesto a reemprender el diálogo con las entidades del barrio para buscar una solución.

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Los vecinos llevan a cabo diferentes actividades y asambleas diarias en la masía para recoger firmas a favor de que se convierta en un equipamiento para el barrio.

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