El cierre inminente pende sobre el teatro Tis

La Policía Municipal acudió ayer a la sala teatral Tis (Teatro Independiente Sur) y, por segunda vez en 24 horas, conminó a los gerentes del local al cese de la actividad. Los agentes de la Unidad Integral de la Junta Municipal del distrito Centro recordaron que, tras la tercera visita que efectúen, procederán a precintar el local, ya que sobre esta sala de teatro alternativo pesa un expediente por carecer de licencia de apertura y funcionamiento, y se les ha comunicado una orden de cese de actividad.

Lo curioso es que, si se recuerda a estos funcionarios que la práctica totalidad de lo...

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La Policía Municipal acudió ayer a la sala teatral Tis (Teatro Independiente Sur) y, por segunda vez en 24 horas, conminó a los gerentes del local al cese de la actividad. Los agentes de la Unidad Integral de la Junta Municipal del distrito Centro recordaron que, tras la tercera visita que efectúen, procederán a precintar el local, ya que sobre esta sala de teatro alternativo pesa un expediente por carecer de licencia de apertura y funcionamiento, y se les ha comunicado una orden de cese de actividad.

Lo curioso es que, si se recuerda a estos funcionarios que la práctica totalidad de los teatros de Madrid no tienen dichas licencias, ellos se limitan a contestar, como hicieron ayer a una redactora de este periódico: "Los demás no sabemos como están".

Por la mañana, la edil socialista Rosa León convocaba a la prensa en la sala Tis, y desde allí hacía un llamamiento a responsables del municipio y alertaba sobre la situación que viven las salas alternativas de la ciudad, "que tratan de abrirse paso en medio de una normativa dispersa que les impide ser legalizadas y acceder a ayudas oficiales, a pesar de hacer un teatro arriesgado y comprometido".

Rosa León solicitó la intervención de la Concejalía de las Artes y recordó que hay un marasmo normativo que imposibilita acometer cualquier reforma en estas salas. Por su parte, María del Carmen Benítez, directora de Tis, afirmó: "Nadie es capaz de concretar una directiva específica a la que acogerse, lo cual dificulta enormemente la adaptación de los locales; por un lado, se nos cobran los impuestos, y por otro, se nos impide ser legales".

Estupor en el barrio

A estos hechos se suma el estupor de los vecinos de esta sala, situada en la calle de Primavera, en el barrio de Lavapiés. Uno de estos vecinos declaró ayer: "La sala Tis ha sido un bien para la zona y no comprendemos que con los problemas tan graves que tiene el barrio se pongan a cerrar un teatro, la Administración debería apoyarlo en vez de hacer esto con un espacio vivo, pedagógico, seguro y que no genera ninguna molestia", señaló este vecino, que afirmó que son ya 2.000 las firmas recogidas entre los vecinos en apoyo a esta sala.

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Para Alejandro Colubi, presidente de la Asociación de Empresarios de Locales de Teatro, una posible solución pasaría por la creación de una ventanilla única "donde pudiera crearse la secuencia administrativa necesaria para que los del teatro no nos perdamos en un sinfín de vericuetos que producen mucha angustia y una gran confusión".

Colubi se refiere a que un teatro depende de protección civil, urbanismo y otros departamentos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, a lo que hay que añadir que las normas son evolutivas y, por tanto, lo que le piden hoy a un teatro para estar "en regla" no es lo mismo que le pidieron el año pasado ni que le podrían pedir el año que viene.

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