Los accidentes y la lluvia causan el segundo gran atasco en Barcelona en dos semanas

Un choque en la C-58 y otro en la Ronda Litoral provocan colas de hasta 14 kilómetros

Cataluña fue ayer un gran atasco. Los coches se pararon en las entradas y salidas de Barcelona, en su calles y avenidas, pero también hubo colapsos en Lleida y Girona, en Esparreguera, en el Maresme y en la autopista A-7. En este caso, por la mañana y por la tarde. La lluvia y un abundante número de accidentes se aliaron para colapsar aún más unas carreteras que en horas punta siempre están llenas. Este es el segundo gran atasco en dos semanas. El pasado 1 de octubre, un accidente en Sabadell tuvo efectos similares, aunque concentrados en el norte de Barcelona.

Todo empezó a las 6.49 ho...

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Cataluña fue ayer un gran atasco. Los coches se pararon en las entradas y salidas de Barcelona, en su calles y avenidas, pero también hubo colapsos en Lleida y Girona, en Esparreguera, en el Maresme y en la autopista A-7. En este caso, por la mañana y por la tarde. La lluvia y un abundante número de accidentes se aliaron para colapsar aún más unas carreteras que en horas punta siempre están llenas. Este es el segundo gran atasco en dos semanas. El pasado 1 de octubre, un accidente en Sabadell tuvo efectos similares, aunque concentrados en el norte de Barcelona.

Todo empezó a las 6.49 horas en la C-58, la autopista que va de Barcelona a Sabadell y Terrassa. Un choque entre dos vehículos, en el que finalmente se vieron implicados varios más, acabó con 16 kilómetros de cola en esa vía y más de cinco kilómetros en la A-7. El colapso afectó a la salida de Barcelona por el nudo de la Trinitat y expandió el atasco hacia las rondas y por la avenida de la Meridiana, que se llenó hasta la calle de València. El tráfico empezó a normalizarse al mediodía, aunque los problemas se prolongaron hasta las 12.20 horas.

Para que nada faltara, dos camiones y un autocar chocaron en la Ronda Litoral a las 11.40 horas. El accidente se produjo en el túnel situado bajo el Moll de la Fusta. La consecuencia inmediata fue un nuevo atasco en esta vía, también en dirección al Besòs, ya que fue necesario cortar dos carriles de circulación. En ninguno de los accidentes hubo, sin embargo, desgracias personales, hecho al que colaboró que el autocar circulase sin pasajeros.

Sí hubo víctimas en el accidente que se produjo en la nacional II a la altura de Esparreguera sobre las tres de la tarde. Chocaron tres turismos. Murió una persona y otras tres sufrieron heridas de diversa consideración. El tráfico fue desviado por la C-55 y el resultado fue que hubo problemas para los vehículos que circulaban por las dos vías. La nacional II registró también largas colas a la altura de Sant Feliu de Llobregat y en la zona de Can Tunis y el puerto de Barcelona.

En la autopista A-7 a la altura de Barberà se produjeron dos accidentes y los dos tuvieron como efecto largas colas. El primero se registró a las nueve de la mañana y las colas alcanzaron 12 kilómetros, siempre en dirección a Barcelona. Por la tarde, un nuevo accidente en dirección a Girona provocó colas de más de siete kilómetros.

La autopista del Maresme quedó afectada por un accidente a las 9.30 horas, que produjo el corte de dos carriles y largas colas en la vía.

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Riesgo de desprendimientos

Un caso diferente fue el de la carretera GI-543 entre Viladrau y Arbúcies. Los Mossos d'Esquadra decidieron cortarla al tráfico ante el temor a que se produjeran desprendimientos provocados por la lluvia.

En Lleida, en la nacional 240 se produjo un aparatoso accidente al volcar un camión de cerdos por la mañana. El tráfico no quedó restablecido hasta pasadas las seis de la tarde. No obstante, esta carretera no registró especiales problemas en la circulación.

El pasado 1 de octubre, un accidente en la C-58 a la altura de Sabadell tuvo consecuencias similares en el tráfico de entrada a Barcelona. Entonces, los Mossos advirtieron de que otro problema similar tendría las mismas consecuencias debido a que las vías de acceso a Barcelona se saturan diariamente en las horas punta, dada la falta de un transporte público alternativo.

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