Análisis:Inversión | CONSULTORIO

¿Cine y capital privado?

Clausurada la última edición del Festival de Cine de San Sebastián, resucita la duda de si los conceptos que componen el título del artículo son incompatibles. Evaluando la histórica forma de financiación del cine español, la pregunta se convierte en afirmación categórica, entendiendo capital privado como aquellas entidades que gestionan y rentabilizan patrimonios mediante la inversión en actividades de diversa índole y alto riesgo.

Actualmente, el cine español es una inestable industria cuya supervivencia financiera depende de dos factores: las ayudas públicas y las preventas a televis...

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Clausurada la última edición del Festival de Cine de San Sebastián, resucita la duda de si los conceptos que componen el título del artículo son incompatibles. Evaluando la histórica forma de financiación del cine español, la pregunta se convierte en afirmación categórica, entendiendo capital privado como aquellas entidades que gestionan y rentabilizan patrimonios mediante la inversión en actividades de diversa índole y alto riesgo.

Actualmente, el cine español es una inestable industria cuya supervivencia financiera depende de dos factores: las ayudas públicas y las preventas a televisiones de pago y en abierto, que permiten cubrir el presupuesto de producción.

No corresponde aquí evaluar la necesidad de protección de una industria que es parte destacada de la diversidad cultural de una nación. No obstante, las modificaciones legislativas acerca de la obtención de ayudas incorporadas en la actual Ley del Cine, la fusión de las plataformas digitales y la dificultad de obtención de financiación ajena son factores que asfixian el presente y el futuro de un sector necesario pero atomizado, con talento, buenas perspectivas y capacidad de crecimiento, pero articulado empresarialmente de forma precaria. La producción de cine es un sector con un elevado nivel de riesgo, dependiente de figuras con nombre propio y desarmado frente a la apreciación y expectativas del consumidor (espectador) y el poder y omnipresencia de la competencia de EE UU. En definitiva, factores no muy lejanos a los que se gestionan con naturalidad desde las entidades de private equity o capital riesgo.

El cine español es una inestable industria cuya supervivencia depende de las ayudas públicas y las pre-ventas a televisiones

Pudiera ser el momento para fortalecer la producción cinematográfica, reducir su atomización con la creación de grupos empresariales sólidos, capaces de invertir con riesgo y hacer del cine español una verdadera industria generadora de riqueza, empleo y de un patrimonio ("derecho de negativo") sólido y realizable.

Alberto Segurado y M. Jesús Lago, analistas financieros internacionales (Grupo Analistas).

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