Reportaje:

La decorada fábrica de tabacos

Casa Decor ofrece en un enorme y antiguo edificio de Valencia un puzzle de espacios diseñados por profesionales

La antigua fábrica de tabacos de Valencia fue construida con voluntad de perdurar en el tiempo. Su estilo, serio y severo, contrasta con la pomposidad y el carácter efímero del resto de los pabellones que también alojaron la Exposición Regional de 1909. De planta rectangular, inspirada en El Escorial, se trata de una construcción funcional, neoclásica, de ladrillo liso cara vista, vigas de hierro y vanos escarzanos sin apenas decoración.

Así se indica en la guía Conocer Valencia a través de su arquitectura, publicada por el Ayuntamiento de Valencia y el Colegio de Arquitectos. Só...

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La antigua fábrica de tabacos de Valencia fue construida con voluntad de perdurar en el tiempo. Su estilo, serio y severo, contrasta con la pomposidad y el carácter efímero del resto de los pabellones que también alojaron la Exposición Regional de 1909. De planta rectangular, inspirada en El Escorial, se trata de una construcción funcional, neoclásica, de ladrillo liso cara vista, vigas de hierro y vanos escarzanos sin apenas decoración.

Así se indica en la guía Conocer Valencia a través de su arquitectura, publicada por el Ayuntamiento de Valencia y el Colegio de Arquitectos. Sólo que desde ayer la Fábrica de Tabacos aloja entre sus altos muros, dentro de sus alrededor de 23.800 metros cuadrados, el trabajo de 60 decoradores que participan en el proyecto Casa Decor, que abre hoy sus puertas al público hasta el 26 de octubre.

De modo que más de 5.000 metros cuadrados del edificio están ocupados ahora por las últimas tendencias en estilo, decoración, paisajismo e interiorismo con el propósito de mostrar el trabajo de los profesionales, fundamentalmente valencianos, según explicó ayer Rosa Lladró, directora de Casa Decor.

El carácter efímero del primer uso del edificio, que recibió el nombre el Palacio de las Industrias como sede de la Exposición Regional, encuentra su correlato en las cuidadas instalaciones de los decoradores, que han trabajado duramente los últimos dos meses para convertir unas estancias semiabandonadas en un ejemplo del gusto más sofisticado. Aunque hay, claro, proyectos de todo tipo entre los 45 espacios concebidos para llamar la atención del público y de los profesionales. Desde suntuosas habitaciones con muebles regios de estilo clásico, hasta la escenificación del menos es más del minimalismo, pasando por los espacios al aire libre de los patios que juegan con el concepto del land-art, por la escenografía rústica con olor a naturaleza o los cuartos de baño de alta tecnología.

La Fábrica de Tabacos cedió a las pretensiones de la Exposición Regional de inaugurarse como Palacio de las Industrias a cambio de que se construyera el Asilo de la Lactancia, destinado a guardería para los hijos de las cigarreras, como así se hizo. Hoy en día alberga la Escuela Universitaria de Graduados Sociales.

También los niños más pequeños pueden acudir a Casa Decor gracias a que se ha proveído de una moderna guardería con el fin de dejar a los padres que suban tranquilamente las enormes escaleras del pabellón central, mientras escuchan una suerte de gregoriano electrónico; que recorran cocinas de blanco inmaculado y posmodernas encimeras de metal o que tomen un cóctel en una especie de paraíso terrenal.

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El precio de la entrada es de 12 euros (la mitad para los estudiantes y otros colectivos) y para recorrer con tranquilidad todo el itinerario se precisa de "medio día", apuntó Lladró. Para ello se han instalado una cafetería y un restaurante recayentes a dos de los patios del edificio. Hasta el 4 de octubre, el horario será de 11.00 a 24.00 y luego hasta las 21.00.

Los propietarios del edificio, la empresa Altadis (la antigua Tabacalera) y la inmobiliaria Ballester, han cedido las instalaciones para Casa Decor, que cuenta con el patrocinio de numerosas empresas relacionadas con el interiorismo, el diseño, el arte y las tecnologías. El futuro de la fábrica aún está por determinar, si bien el Ayuntamiento pretende adquirir el inmueble y convertirlo en oficinas municipales, además de permitir a Ballester edificar viviendas en uno de sus extremos.

Un uso que parece más bien prosaico a tenor del aprovechamiento del espacio que han hecho los decoradores y diseñadores. Pero se trata de eso. De ocupar un espacio, exprimirlo y dejarlo. El pasado año, Casa Decor se instaló en una vivienda privada cerca de la plaza de Cánovas. Fue un éxito de público, superando los 20.000 visitantes. También la edición anterior generó una serie de pedidos a los decoradores que incluso algunos encargos no se llegaron poder asumir, señaló Lladró, perteneciente a la popular familia de artesanos de la porcelana. "Esperamos este año a mucha más gente, porque hay mucho más espacio", añadió.

Casa Decor se celebra también en Madrid, Barcelona, Lisboa y Oporto. En el caso de Valencia se ha hecho coincidir con la Feria del Mueble, que arrancará el próximo lunes. La iniciativa no oculta su propósito de servir como una plataforma de difusión del trabajo de un grupo de profesionales que han tenido que rehabilitar y restaurar gran parte de las estancias para mostrar sus trabajos. Lladró insiste en que, tal y como ha quedado la antigua fábrica de tabacos de Valencia, Casa Decor es sinónimo también de ocio y cultura.

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