Cartas al director

La autopista Toledo-Córdoba

El proyecto de autopista de peaje Toledo-Córdoba va en contra del interés general de los andaluces y de los españoles y puede tener unas graves repercusiones en el desarrollo social y económico de Andalucía y de la mitad sur peninsular.

Las comunicaciones entre Madrid y Andalucía son un aspecto fundamental para el desarrollo de la mitad sur peninsular, una de las zonas más pobres de Europa. En la actualidad, la principal vía de comunicación es la N-IV que llega a la provincia de Jaén, la entrada natural de Andalucía. Era, pues, fundamental romper las barreras históricas del subdesarroll...

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El proyecto de autopista de peaje Toledo-Córdoba va en contra del interés general de los andaluces y de los españoles y puede tener unas graves repercusiones en el desarrollo social y económico de Andalucía y de la mitad sur peninsular.

Las comunicaciones entre Madrid y Andalucía son un aspecto fundamental para el desarrollo de la mitad sur peninsular, una de las zonas más pobres de Europa. En la actualidad, la principal vía de comunicación es la N-IV que llega a la provincia de Jaén, la entrada natural de Andalucía. Era, pues, fundamental romper las barreras históricas del subdesarrollo y del aislamiento andaluz, aunque sea en el año 2005. Para ello, se proyectan otras dos grandes vías de gran capacidad, la autovía de la Plata (Sevilla-Oviedo), que une Norte y Sur y la autopista Madrid-Toledo-Córdoba.

Ahora bien, es difícil entender por qué se va a realizar una autopista de peaje de Córdoba a Toledo y no una autovía como ocurre en los otros dos casos (N-IV y Autovía de la Plata). Es más chocante aún, cuando parece que la más importante para el tráfico y el desarrollo de Andalucía será la de Toledo a Córdoba que, además, tiene aproximadamente el mismo coste que la autovía de la Plata, un coste que el Gobierno central no quiere asumir, construyendo una autopista de peaje.

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Según la Ley, los ciudadanos e instituciones públicas pueden hacer alegaciones sobre "las circunstancias que justifiquen la declaración de interés general de la carretera y sobre la concepción global de su trazado".

Las circunstancias dadas por el Ministerio de Fomento en su memoria de más de 100 páginas son tan simples que merecen ser transcritas, sobre todo, por su brevedad: "Esta actuación está incluida en el Programa de Autopistas de Peaje correspondiente al Capítulo de Carreteras del Plan de Infraestructuras de Transporte 2000-2007. Tiene como objetivo el de disponer de un nuevo eje que contribuya a solucionar los problemas existentes en la actual autovía N-IV, con una mejora de las relaciones de medio y largo recorrido en el corredor".

No podemos permitir que la que va ser la principal vía de unión entre Madrid y gran parte de Andalucía (Sevilla, Córdoba y Málaga) sea una autopista de peaje. Es intolerable para la sociedad actual y para los ciudadanos del país que se había creado en 1978 bajo los principios de la solidaridad y la cohesión interterritorial.

Verdaderamente, me parece un golpe hiriente al desarrollo social y económico de Andalucía y del sur de España.

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