OPINION DEL LECTOR

Queja hospitalaria

Quiero expresar mi queja por el trato que está recibiendo mi abuela en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Mi abuela tiene 84 años y lleva ingresada más de tres semanas a la espera de una operación. Mi familia ha tenido que quedarse con ella las 24 horas del día, haciendo en la mayoría de las ocasiones el trabajo que deben realizar las enfermeras como vigilar el goteo, levantarla o acostarla...

Pues bien. Iban a operarla el jueves, fecha que nos dijeron hace más de una semana, cuando tuvimos que decidir en cuestión de horas si queríamos o no someterla a la operación. Era algo urgent...

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Quiero expresar mi queja por el trato que está recibiendo mi abuela en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Mi abuela tiene 84 años y lleva ingresada más de tres semanas a la espera de una operación. Mi familia ha tenido que quedarse con ella las 24 horas del día, haciendo en la mayoría de las ocasiones el trabajo que deben realizar las enfermeras como vigilar el goteo, levantarla o acostarla...

Pues bien. Iban a operarla el jueves, fecha que nos dijeron hace más de una semana, cuando tuvimos que decidir en cuestión de horas si queríamos o no someterla a la operación. Era algo urgente, según nos dijeron. Ayer, sin recibir aviso de nadie, nos enteramos, mirando unas listas que facilitaron, tras mucho preguntar, a más de las 20.00 horas, que no la operaban, sino que la intervención, a una persona de 84 años, se posponía ¡¡12 días más!!, prolongándole a mi abuela un malestar y unos dolores creemos que de manera innecesaria.

Soy consciente de la existencia de las listas de espera, pero no entiendo que se prorrogue el dolor a una persona enferma de 84 años que, para ser sinceros, está mucho peor que cuando entró en el hospital. Y, lo que es más reprobable, nadie nos avisó, cuando se supone que es fundamental la comunicación a los familiares de los pacientes.

¿Es que la vida de una persona mayor vale menos? Aprovecho para reseñar mi disconformidad con las "normas" que me dijeron existían en el hospital y que en la planta segunda de urología llevan con excesiva rigidez. Solicité ayuda para levantar a mi abuela, que llevaba todo el día en cama, y me la negaron, aduciendo que había unos horarios para ello, que se quedara en la cama.

Me indigné. ¿Los enfermos tienen horario? ¿Estamos en una institución funcionarial o de servicio público? Para terminar, una cuestión anecdótica. A los pacientes no se les facilita agua fría en la comida, hay que comprarla en unas máquinas. Y, claro, para que vean la tele y los días eternos se les hagan más entretenidos, no hay que parar de echar euros. Y yo me pregunto, ¿es necesario hacer caja de la enfermedad?

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