Necrológica:

Lev Kérbel, el escultor oficial de la URSS

El escultor ruso Lev Kérbel falleció este mes de agosto en Moscú a los 85 años de edad. Autor de más de 70 monumentos instalados tanto en Rusia como en otros países, Kérbel consideraba que su vida estaba indisolublemente ligada a la revolución bolchevique. Prueba de ello, decía, es que nació el día del triunfo de los marxistas, el 7 de noviembre de 1917. Se ha escrito que su primer dibujo fue un retrato de Lenin, que copió del periódico Krásnaya Niva en 1924, año de la muerte del líder revolucionario.

Su carrera como escultor se desarrolló gracias, en parte, a Nadezhda Krúpskaya,...

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El escultor ruso Lev Kérbel falleció este mes de agosto en Moscú a los 85 años de edad. Autor de más de 70 monumentos instalados tanto en Rusia como en otros países, Kérbel consideraba que su vida estaba indisolublemente ligada a la revolución bolchevique. Prueba de ello, decía, es que nació el día del triunfo de los marxistas, el 7 de noviembre de 1917. Se ha escrito que su primer dibujo fue un retrato de Lenin, que copió del periódico Krásnaya Niva en 1924, año de la muerte del líder revolucionario.

Su carrera como escultor se desarrolló gracias, en parte, a Nadezhda Krúpskaya, con quien se encontró en 1934: Kérbel había conseguido que lo enviaran de Smolensk a Moscú para mostrar a la viuda de Lenin su primer trabajo: un bajorrelieve del fundador de la Unión Soviética. Krúpskaya encontró que el joven tenía un gran talento y le recomendó al escultor Serguéi Merkúlov, quien hizo que lo aceptaran en la Academia de Artes y después en el Instituto Súrikov, donde tuvo excelentes maestros.

En 1942 Kérbel partió al frente como voluntario para servir en la Flota del Norte. El comandante, al saber que era escultor, le encargó que retratara a los héroes de la flota. En 1945, el mando de las tropas soviéticas en Berlín pidió a Tsigal y a Kérbel un monumento en memoria del asalto a la capital alemana; ambos escultores colaboraron en otros dos monumentos al soldado.

Kérbel es autor de los famosos monumentos a Karl Marx que adornan la plaza Teatral de Moscú, frente al Bolshói, y el centro de la ciudad alemana de Chemnitz, que durante 40 años llevó el nombre del autor de El Capital, así como también de muchísimos de Lenin: en Moscú, Kémerovo, Lípetsk, Poltava, Siktivkar, Smolensk, La Habana. El gigantesco monumento puesto en la plaza de Kalúzhskaya en el crepúsculo del poder soviético es una de las pocas estatuas de Lenin que aún quedan en Moscú. La que se alzaba en Sofía, la capital de Bulgaria, fue derribada.

Kérbel supo adaptarse a los cambios y, pese a su avanzada edad, tras la caída de la URSS continuó siendo uno de los principales escultores oficiales del nuevo régimen: su Pedro el Grande preside el parque de Izmáilovo de Moscú y su monumento a los marinos del submarino Kursk se puede ver junto al Museo de las Fuerzas Armadas de Rusia. Su última obra -otro Pedro I- fue inaugurada en Kaliningrado hace sólo unas semanas.

Kérbel llegó incluso a hacer incursiones en el arte religioso y los madrileños pueden ver una muestra en la galería de los Santos Mercedarios, en la parroquia de Santa María de Cervellón, donde hay también una réplica en bronce de su Piedad.

Obtuvo las más altas distinciones de la URSS: la máxima condecoración de Héroe del Trabajo Socialista, los premios Stalin, Lenin, y Estatal. Miembro de número de la Academia de Artes de Rusia, ocupó el puesto de vicepresidente de esta institución. Desde 1962 se dedicó también a la enseñanza.-

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