Camps responde al PSOE que "hablar de federalismo conduce a un callejón sin salida"

La propuesta de Maragall aflora las contradicciones del PP sobre el modelo autonómico

La ofensiva desatada desde el PP contra el modelo de "eurorregión" propuesto por el líder de los socialistas de Cataluña, Pascual Maragall, sigue viva. El presidente de Generalitat valenciana, Francisco Camps, cree que "hablar de federalismos o de macrorregiones conduce no sólo a un callejón sin salida, sino también a un inexplicable interés por estar poniendo en cuestión permanente el proyecto común que significa España". Camps considera que "25 años después de su aprobación, la Constitución ha permitido la suma de democracia y autonomía, desarrollando los más altos niveles de libertad y auto...

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La ofensiva desatada desde el PP contra el modelo de "eurorregión" propuesto por el líder de los socialistas de Cataluña, Pascual Maragall, sigue viva. El presidente de Generalitat valenciana, Francisco Camps, cree que "hablar de federalismos o de macrorregiones conduce no sólo a un callejón sin salida, sino también a un inexplicable interés por estar poniendo en cuestión permanente el proyecto común que significa España". Camps considera que "25 años después de su aprobación, la Constitución ha permitido la suma de democracia y autonomía, desarrollando los más altos niveles de libertad y autogobierno". No obstante, se mostró partidario de actualizar la gestión de las competencias.

El presidente valenciano adelantó parte de la conferencia sobre La Constitución y el Estado de las Autonomías, que tiene previsto impartir en El Escorial el próximo 3 de septiembre, donde defiende "la perfecta sintonía de la Comunidad Valenciana con la Constitución" y el éxito del marco autonómico. Pero Camps también entiende que "las grandes decisiones que, como en el caso de la Unión Europea, se van a adoptar y que nos van a afectar de manera sustancial"obligarán a ciertas revisiones del modelo de gestión competencial. "Más autonomía es desarrollar de la manera más eficaz las competencias derivadas de un modelo como el nuestro", dijo. Una posición que encaja con el debate abierto en julio, nada más tomar posesión de su cargo, cuando propuso abordar un tema tabú para el sector neocentralista del partido en el Gobierno: la reforma de la Administración y el modelo de Estado.

Camps afirmó entonces: "Que se empiece a estudiar ya la segunda descentralización de la Administración pública" en coherencia, subrayó, "con lo que ocurre en otros países europeos". Y propuso "la descentralización de la gestión de los colegios de infantil y primaria, para que sean los ayuntamientos los que los gestionen". La propuesta iba acompañada del "programa electoral" de retomar el debate de reforma del Estatuto valenciano, compromiso al que habían llegado el anterior ejecutivo (presidido por el ministro de Trabajo Eduardo Zaplana) y la cúpula de los socialistas valencianos. El sorpresivo posicionamiento del recién estrenado presidente Camps pilló a contrapié al secretario general del PP, Javier Arenas, y al vicepresiente primero, Mariano Rajoy, que rechazaron de plano la reforma del marco estatutario de Cataluña lanzada por el presidente catalán Jordi Pujol en medio de la creciente tensión en el País Vasco en torno al plan Ibarretxe.

Ahora, la irritación desatada el miércoles por el cambio de plazos impreso por Maragall al proponer claramente un modelo de "eurorregiones" -que contempla la articulación de cuatro ejes económicos, entre los que figura un "arco mediterráneo"- y el rápido y rotundo respaldo a la propuesta dado por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y sus cuatro barones regionales (con el presidente de Castilla- La Mancha, José Bono, a la cabeza) forzaron ayer a Camps a retomar el tema y llegar a afirmar que "los debates sobre el modelo territorial los plantean aquellos que no tienen discurso político".

Un argumento que en principio chirría con la iniciativa adoptada hace dos años por su precedesor en la Generalitat y todavía presidente del PP valenciano, Eduardo Zaplana, cuando en enero de 2001, siendo "un líder periférico" abrió la caja de pandora al presentar en Madrid su libro El acierto de España, donde -como subraya en el prólogo el ex presidente Adolfo Suárez- se plantea "el debate sobre la revisión del Título VIII de la Constitución". El modelo, presentado por el socialista Bono y el vicepresidente económico y aspirante a suceder a José María Aznar, Rodrigo Rato, apuesta por "la presencia de las regiones en la UE" y "la participación de las autonomías en instituciones como la Agencia Tributaria". Un año después, Rato volvió a defender en Valencia el modelo "reformista de Zaplana" en el X Congreso regional donde Zaplana fue reelegido presidente. Su proyecto fue votado por el 98,2% de compromisarios y avalado por el presidente del PP europeo, el belga Wilfred Martens, abiertamente comprometido con la "Europa de las regiones".

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