Colectivos sociales de Barcelona lanzan una televisión local

Los vecinos de Gràcia pueden sintonizar desde ayer en el canal 68 del UHF una carta de ajuste con un logotipo muy poco canónico: el dibujo de una mosca y el lema Okupem les ones. Como sonido, uno de los últimos discursos del subcomandante zapatista Marcos desde Chiapas. Ésta es la carta de presentación de la nueva televisión local que emite en Barcelona, una cadena aún sin nombre que agrupa a más de 70 asociaciones de la ciudad, desde boy scouts al Sindicato de Periodistas, desde la Plataforma en Defensa del Ebro a la Asociación Cultural El Raval. La emisora nace, dicen sus promo...

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Los vecinos de Gràcia pueden sintonizar desde ayer en el canal 68 del UHF una carta de ajuste con un logotipo muy poco canónico: el dibujo de una mosca y el lema Okupem les ones. Como sonido, uno de los últimos discursos del subcomandante zapatista Marcos desde Chiapas. Ésta es la carta de presentación de la nueva televisión local que emite en Barcelona, una cadena aún sin nombre que agrupa a más de 70 asociaciones de la ciudad, desde boy scouts al Sindicato de Periodistas, desde la Plataforma en Defensa del Ebro a la Asociación Cultural El Raval. La emisora nace, dicen sus promotores, para dar la voz a la sociedad civil que no encuentra su espacio en otros medios de comunicación.

La televisión asociativa de Barcelona inició ayer sus emisiones en periodo de pruebas con un reportaje sobre la manifestación contra la cumbre europea de Barcelona y espacios dedicados a las fiestas de Gràcia. El próximo jueves dejará de emitir para retomar la actividad, también de forma experimental, durante las fiestas de Sants. Si todo sale según lo previsto, en octubre tendrá ya una programación regular de dos horas diarias. Ese mismo mes está previsto el lanzamiento de una emisora de radio. Por ahora, sólo se puede sintonizar en las viviendas que se sitúen a menos de dos kilómetros hacia el sur de la plaza del Diamant. "Queremos medios de comunicación con una titularidad directa de los movimientos sociales. Donde podamos decidir la programación y su estructura organizativa. Un espacio donde todo el que aporte un material interesante pueda emitirlo, sin ninguna traba", dijo ayer Carme Mayugo, de la Asamblea para la Comunicación Social (ACS).

Sin licencia

Pero la nueva cadena nace con una barrera: no cuenta aún con la licencia de la Generalitat para emitir. "Si finalmente la Generalitat no nos da el visto bueno, pensamos seguir emitiendo como hasta ahora. Es importante que la sociedad civil, como tercer sector, tenga un espacio donde expresarse libremente, como lo reconoce la legislación audiovisual francesa o la anglosajona", añadió Mayugo. El "nuevo modelo" de televisión que propone la ACS rechaza la publicidad como medio de financiación. La asamblea asegura que precisa un presupuesto de 50.000 euros anuales que piensa conseguir de las cuotas de los socios. "Con este dinero y la licencia oportuna incluso podríamos emitir desde Collserolla para que se pudiera sintonizar la cadena en toda Barcelona".

La programación se aprueba en una asamblea mensual, abierta a todos los socios. Los programas que prevén emitir incluyen producciones propias, espacios realizados por algunas de sus asociaciones e incluso aquellos que envíen particulares. Hoy, por ejemplo, dedican la noche a la cultura del agua; mañana abrirán el espacio al movimiento antiglobalización para cerrar, de momento, el jueves, con un monográfico sobre las fiestas de Gràcia.

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