POSTALES DE VERANO

Miradas atrapadas

La ciudad alemana de Bad Homburg alberga durante este verano la cuarta edición de la bienal de esculturas de gran formato. Obras de artistas como Carl Andre, Joseph Kosuth, Markus Lüpertz, Eric Fischl o los españoles Berrocal y Ricardo Calero generan un juego visual con el entorno paisajístico.

La ciudad-balneario de Bad Homburg, hoy casi un barrio residencial al norte de Francfort, posee un delicioso parque, diseñado por Peter Joseph Lenné a mediados del siglo XIX, con unos árboles impresionantes que rodean cuidadas praderas. Éste es el marco elegido para realizar una bienal de esculturas de gran formato que este verano celebra su cuarta edición bajo el título Blickachsen, palabra que podríamos traducir como "ejes visuales" y que hace referencia tanto a la tradición de la jardinería paisajista, en la que se proponen ejes con puntos de vista y trampas visuales, como a la propi...

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La ciudad-balneario de Bad Homburg, hoy casi un barrio residencial al norte de Francfort, posee un delicioso parque, diseñado por Peter Joseph Lenné a mediados del siglo XIX, con unos árboles impresionantes que rodean cuidadas praderas. Éste es el marco elegido para realizar una bienal de esculturas de gran formato que este verano celebra su cuarta edición bajo el título Blickachsen, palabra que podríamos traducir como "ejes visuales" y que hace referencia tanto a la tradición de la jardinería paisajista, en la que se proponen ejes con puntos de vista y trampas visuales, como a la propia esencia de la escultura, defendida por Benvenuto Cellini como una imagen que ofrece infinitos ejes, según va rodeando el espectador a la obra.

La colección de esculturas reunida, 30 piezas, y la categoría internacional reconocida de muchos de los artistas participantes hacen de por sí que esta muestra sea un acontecimiento que complementa las ya clásicas citas alemanas de Münster y de la Documenta de Kassel. Con menos pretensiones teóricas y turísticas que estas grandes confrontaciones, la exposición de Bad Homburg tiene el atractivo de plantear la relación entre escultura contemporánea y jardín histórico, una prueba que beneficia claramente a la escultura, al ser situada en un espacio privilegiado no sólo por la vegetación sino por las grandes escenas paisajísticas trazadas por Lenné.

Como ya descubrieron Henry Moore y Anthony Caro, el telón de fondo del jardín, con sus tonos verdes intensos y oscuros, ayuda a realzar las siluetas y los perfiles de las esculturas, sobre todo cuando éstas poseen una geometría pura o unos contornos netos, como sucede con la mayoría de las obras abstractas. En la edición actual el comisario de la muestra ha optado, por primera vez, por introducir también esculturas figurativas y antropomórficas, algo que tiene una larga tradición en el jardín clásico. Al género antropomórfico pertenecen las obras de los conocidos Markus Lüpertz, Eric Fischl o Anthony Gormley, cuyas piezas aparecen junto a otras de artistas más jóvenes, también figurativos, formados en la antigua Alemania Democrática, como son Helge Leiberg o Trak Wendisch. Cabe destacar que, tras la participación de Jaume Plensa en la segunda edición, en la convocatoria actual se pueden contemplar dos obras de españoles, una de Miguel Berrocal y otra, expresamente concebida para este parque, de Ricardo Calero. El caché internacional lo sirven sendos trabajos de los norteamericanos Carl Andre, Joseph Kosuth y Lawrence Weiner, quienes, por cierto, no aportan nada nuevo.

Blickachsen 4. Colectiva de esculturas. Kurpark. Bad Homburg (Alemania). Hasta el 5 de octubre.

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